Los de Abajo
Agresiones
en Chiapas
Publicado en La Jornada
28 de abril del 2013
Gloria Muñoz Ramírez
28 de abril del 2013
Gloria Muñoz Ramírez
Esta semana, Chiapas fue, nuevamente,
escenario de violencia contra indígenas y campesinos que defienden la tierra y
practican la autonomía, hechos que se desdibujaron en los medios de
comunicación electrónicos, tan afanados en difundir imágenes de violencia
intolerable –como la nombran– del magisterio guerrerense, que protesta por la
imposición de la reforma educativa, y de los estudiantes que mantienen tomadas
la rectoría de la UNAM.
Ambas
agresiones fueron directamente contra zapatistas y prozapatistas. Los primeros
son bases de apoyo del EZLN de la comunidad San Marcos Avilés, municipio de
Chilón, pertenecientes al caracol de Oventik. Los segundos protagonizan
la lucha por la defensa de sus tierras en San Sebastián Bachajón, de donde era
originario el dirigente de los adherentes a la Sexta Declaración de la Selva
Lacandona, Juan Vázquez Gómez, asesinado de cinco balazos.
Activo en la
defensa de su comunidad desde 2007, Juan Vázquez había denunciado el pasado 17
de abril, junto con otros ejidatarios adherentes a la iniciativa zapatista,
nuevas amenazas a su territorio por un proyecto turístico en la región.
El clima de
violencia en Chiapas, estado al que se trasladó la semana pasada el presidente
Enrique Peña Nieto para echar a andar su Cruzada Nacional contra el Hambre, se
recrudece con amenazas y hostigamiento directo contra quienes defienden su
territorio. Las agresiones nunca han desaparecido, es cierto, pero los hechos
violentos de esta semana son alertas que no deben pasarse por alto, pues hacía
mucho tiempo que no ocurría un asesinato político en la entidad.
Las agresiones
a San Marcos Avilés tampoco son nuevas, pero justamente ahora vuelven las
hostilidades contra las familias de ese poblado que desde agosto de 2010
–cuando establecieron la escuela autónoma Emiliano Zapata– han sido amenazadas
por miembros de los que ellas denominan los partidistas. La intención de
despojarlos de sus tierras es el meollo del conflicto.
En un reciente
comunicado, la Junta de Buen Gobierno con sede en Oventik, detalló las
violaciones cotidianas que han padecido los tres años pasados, y sentenció que
los tres niveles de gobiernos oficiales no han hecho nada para detener las
injusticias y la violación de los derechos humanos que se están cometiendo en
contra de nuestros compañeros bases de apoyo del ejido San Marcos Avilés. La
respuesta ha sido de groserías, burlas y más amenazas a nuestros compañeros.
En Chiapas hay
una amenaza latente de desplazamiento forzado contra zapatistas y un nuevo
asesinato político.