Bosque de Agua
Sergio Aguayo Quezada14 Mayo. 08
Para Greenpeace-Mé xico. Por sus 15 años.
El equilibrio entre bosques y agua puede terminar en pesadilla. Morelos y el estado de México se empeñan en construir una carretera que aceleraría la destrucción de un bosque del cual depende la vida de la capital. El desenlace pende de un gobierno federal de dudosas credenciales ambientalistas, una autoridad capitalina que se resiste a intervenir y algunos sectores de la sociedad. Entre el 66 y el 75 por ciento del agua que consume el Distrito Federal viene del llamado Bosque de Agua que incluye a Cuajimalpa, Álvaro Obregón y la Magdalena Contreras y luego se extiende por Morelos y el estado de México. Son terrenos asediados por asentamientos y talas ilegales que pueden acelerarse porque el gobierno panista de Morelos y el priista del estado de México quieren hacer la "Autopista Lerma-Tres Marías" cuyo trazado afectaría negativamente 17 áreas de importancia ambiental. Los veneros están amenazados.Hace tiempo que los grupos ambientalistas dieron la voz de alarma. En esa crónica son dignos de mención los esfuerzos de Flora Guerrero, una de esas personas que en el nombre cargan la vocación. Por su parte, Greenpeace-Mé xico, me dice Cecilia Navarro, ya colocó el asunto entre sus prioridades y a la cruzada se han ido sumando docenas de grupos ambientalistas, científicos de la UAM y la UNAM, comunidades de la zona y analistas políticos convencidos de la seriedad del calentamiento global y la devastación ambiental.Antes de la primera semana de junio la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) decidirá si autoriza o no la carretera. Cunde la incertidumbre porque el historial de los gobiernos federales ha sido pésimo. A principios de los años ochenta visité con cierta frecuencia la selva de Marqués de Comillas, en la Lacandona chiapaneca. Todavía me conmueve el recuerdo de aquel himno majestuoso a la vida; estoy seguro que nuestros artistas sólo tuvieron que calcar ese río de creación para deslumbrarnos con murales, óleos y artesanías. Pues en el nombre de la seguridad nacional el Estado abrió una carretera que ha contribuido a la inseguridad de toda esa frontera y que ha facilitado la depredación causada por talamontes tolerados por autoridades corruptas. Es una tragedia repetida miles de veces porque si nuestros gobiernos son incapaces de protegernos, menos defienden árboles o animales.Fox y Calderón contrataron a quienes le han agregado capítulos al repertorio de los cuentos empleados por los ambientalistas para asustar a los niños que rechazan la ingesta de una nutritiva sopa de habas. Ésa ha sido la misión de dos ex gobernadores. Ignacio Loyola puso a Querétaro en la cima de las entidades que mejor pagan a sus gobernadores. .. y Fox lo nombró procurador federal de Protección al Ambiente. Calderón lo sustituyó con el ex gobernador de Yucatán, Patricio Patrón Laviada, quien presume de tener 50 licenciaturas en la Universidad de la Vida... sin que ninguna de ellas sea en ciencias del medio ambiente.El mismo Felipe Calderón se ha llenado la boca prometiéndonos que cada año se sembrarán centenares de millones de árboles cuya localización ni los encargados de plantarlos conocen. El 18 de enero del 2008 Leonardo Curzio, conductor del noticiero Enfoque, recibió en cabina al director de la Comisión Nacional Forestal, José Cibrián Tovar. Fue un programa memorable porque durante 27 minutos el responsable de plantar los arbolitos fue incapaz de decir dónde estaban. El espectáculo fue lamentable y Curzio rememora la experiencia de la siguiente manera: el hecho es que "no pudo comprobarse uno de los programas gubernamentales más cacareados".Con ese historial de bosques devastados y arbolitos escondidos suena lógica la preocupación de los ambientalistas. Raúl García Barrios enumera el legado de la autopista México-Cuernavaca: "un desarrollo urbano ilegal y anárquico [a costa de] las área forestales y naturales protegidas"; la carretera, "en lugar de parar la explotación ilegal de los recursos forestales, la ha facilitado e incrementado". Y la demostración estaría en la agonía de las Lagunas de Zempoala.El país está ante un asunto de seguridad nacional porque nos jugamos la sustentabilidad de Toluca, Cuernavaca y la capital. El gobierno del Distrito Federal conoce lo que pasa con la carretera pero actúa con enorme cautela para no afectar otras negociaciones con los gobiernos de Morelos y del estado de México. En una larga conversación Martha Delgado, secretaria del Medio Ambiente capitalino, bosqueja una estrategia que une al agua con el bosque: para lograr que la capital sea autosuficiente en el abasto de agua están armando una política integral que incluye una revisión de las tarifas del agua, la construcción de pozos de absorción, la sustitución de la red para evitar las fugas... y el freno al deterioro del Bosque de Agua. ¿Hasta qué punto se justifica la prudencia de Marcelo Ebrard cuando está en juego la viabilidad capitalina?, ¿reaccionará si la Semarnat autoriza a Morelos y al Edomex a construir la carretera?En esta carrera contra el tiempo el papel de las organizaciones sociales y de la ciudadanía adquiere una gran importancia. Puede ser la variable que incline la balanza a favor de lo que el sentido común nos dice. La pregunta es muy elemental, ¿seguiremos tolerando la destrucción de nuestro ambiente?
La miscelánea
Nota. Emilio Lezama colaboró en la recuperación de información, y para verificar algunas de las afirmaciones aquí incluidas visitó durante tres días al Bosque de Agua guiado por los Guardianes de los Árboles.