martes, agosto 22, 2006

Abstract

Abstract

Existe un control sistémico político criminológico sobre los movimientos sociales de resistencia a partir de las instancias jurídico-militares y políticas. Pero el sistema jurídico, no ven al afuera de él mismo, pues más allá de su sistema, creado por sus propias reglas e intereses, no existe otra realidad. Por eso el sistema jurídico penal no ve a la sociedad y los conflictos sociales, aunque diga que se refiere a la protección y seguridad de la sociedad y aunque se le atribuyan finalidades, resultados, eficacia, orden y estabilidad. El derecho penal sólo ve así mismo y en su ámbito de inclusión, nace, crece y se reproduce entre sus propios principios y dogmas, constituyéndose en un verdadero instrumento de poder que tiende a criminalizar la pobreza, pero fundamentalmente es utilizado, de manera política, para el control de los movimientos sociales que se oponen al sistema.
Se analizan los movimientos sociales de resistencia como procesos históricos en el contexto coyuntural de una transición, que se forma y se revalora en los propios objetivos y contenidos de la lucha social. La resistencia es pensada como una articulación de la diferencia, se representa como una conquista cultural irrenunciable. Hablar de resistencia significa afrontar el problema de los opuestos. Es decir, dar respuesta a la cuestión del conflicto y al problema cómo pensar la oposición a partir de la diferencia.
La doctrina de seguridad nacional, lucha contra el terrorismo y el crimen organizado incluyendo el narcotráfico como elementos que permiten criminalizar e identificar a ciertos sujetos, tienen la finalidad no declarada, de encubrir la política represiva contra los movimientos sociales, con o sin la intervención de militares. De esta forma los acuerdos de cooperación bilateral o recíproca, se develan como discursos ideológicos de una política criminal de dominación imperialista esgrimidos por sectores de derecha, la cual han denominado “seguridad integral,” que no es otra cosa que la vía para la desnacionalización y recolonización de la economía, la reducción del Estado bajo el proyecto del neoliberalismo capitalista y el entrenamiento, despliegue de tropas y apoyo logístico para suprimir cualquier brote de rebeldía en los territorios sometidos a la mundialización del mercado.
A pesar de que el sistema mundo capitalista se presenta como único y universal, el imperialismo estadounidense no ha logrado avances significativos contra los movimientos sociales de resistencia mediante políticas coercitivas, injerencia militar y represión, pero sí mediante los partidos electorales de centroizquierda cuyos liderazgos los ha aislado de sus bases de apoyo, gracias a una política económica de apertura de mercados de apoyos, estímulos y créditos abiertos, en la que se presenta el desarrollo y el crecimiento como panaceas de una realidad preconstruida ideológicamente desde el centro hegemónico del poder mundial.
Los movimientos sociales en América Latina perciben esto como una traición de las elites de centro-izquierda, por lo que vuelven a los únicos métodos probados de lucha y acción directa: protestas de masas, huelgas generales, bloqueos carreteros y ocupaciones de tierras, movilizaciones y dislocaciones.
Argumento que es una utopía el “Estado de derecho” tal y como actualmente se nos presenta debido a que hay una sistemática violación de los derechos humanos, individuales, sociales, políticos y constitucionales. Frente a esta realidad preconstruida desde el poder hegemónico, los movimientos sociales están convocando a nuevas Asambleas Nacionales Constituyentes.
Sostengo que son los movimientos sociales de resistencia al neoimperialismo, son los que están posibilitando la construcción de otra forma de hacer política, otro mundo posible a partir de las autonomías locales y culturales opuestas al proyecto neoliberal y los intereses imperialistas de las potencias capitalistas. Para el caso de la tesis que se prueba, lo importante es resaltar que los movimientos sociales de resistencia al neoliberalismo, y por lo tanto, al neoimperialismo en América Latina, están en el centro en la mesa de los estrategas militares del gobierno de Estados Unidos, por lo que la guerra en nuestra región ya se está librando, desde hace varios años (doctrina “Carter”), pues nuestro territorio es presa de los intereses manifiestos del gobierno de Estados Unidos y las grandes multinacionales que ven en América Latina un territorio sometido. En este sentido la doctrina de seguridad nacional “integral” es el fundamento ideológico de la criminal política del Estado contra los movimientos sociales en América Latina, según se desprende de los dos casos de estudio: El Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra de Brasil (MST) y el Movimiento Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).












Lorenzo Ismael Vargas Sánchez.

México, DF. Agosto de 2006.

Abstract

Ther is a control political systemic criminologycal control on the social movements of resistance starting from the juridical-military and political instances. But the juridical system, doesn’t come to the one away from him same, because beyond their system, created by their own rules and interests, another reality doesn't exist. For that reason the juridical prision system doesn't see to the society nor the social conflicts, although it says that is referd to the protection and security of the society and although they are attributed purposes, results, effectiveness, order and stability. The penal right only goes likewise and in its inclusion environment, it is born, it grows and is reproduced between its own principles and dogmas, being constituted in a true instrument of power that spreads to criminalize the poverty, but fundamentally it is used, in a political way, for the social movement that it is opposed to the system control.
The social movements of resistance like historical processes are analyzed in the context of the situation of a transition that is formed and it is revalued in the own objectives and contents of the social fight. The resistance is thought as an articulation of the difference, it is represented like a conquest cultural non renounceable. Speaking of resistance means to confront the problem of the opposed ones. This means giving an answer to the conflict question and to the problem of how to think the opposition, starting from the difference.
The national security doctrine, fights against the terrorism and the organized crime including drug traffic like elements that allow to criminalize and identify certain fellows, they have the not declared purpose, of hiding the repressive politics against the social movements, with or without military intervention. This way the agreements of bilateral or reciprocal cooperation, you declare like ideological speeches of a criminal politics of imperialistic dominance fenced by right sectors, which you/they have denominated integral security, as no other thing that the road for the denationalization and re-colonization of economics, the reduction of the low State the project of the capitalist neoliberalism and the training, unfolding of troops and logistical support to suppress any bud of rebelliousness in the subjected territories to the market globalization.
Although the capitalist system world shows up as unique and universal, the American imperialism has not achieved significant advances against the political coercive social movements of mediating resistance, military interference and repression, but it has by means of the electoral parties of central-left whose leaderships have isolated them of their support bases, thanks to an economic politics of opened markets of supports, stimulating and opening credits, in which shows up the development and the growth like panaceas of a pre-built idelogical reality from the center hegemonic of the powered world.
The social movements in Latin America perceive this like a betrayal of the center-left elites, for what they return to the only proven methods of fight and direct action: masses protests, general strikes, blockades cartwrights and lands occupation, mobilizations and dislocations.
I argue that “the state of right” is an utopia and as at the moment we are presented because there is a systematic violation of human rights, singular, social, political and constitutional. In front of this reality pre-built from the hegemonic power, the social movements are summoning to Constituent new National Assemblies.
I sustain that the social movements of resistance to the new-imperialism, are those that are facilitating the construction in another way of making political, another possible world starting from the local and cultural opposed autonomies to the neoliberal project and the imperialistic interests of the capitalist powers. For the case of the thesis that is proven, the important thing is to stand out that the social movements of resistance to the neoliberalism, and therefore, to the new-imperialism in Latin America, they are in the center in the table of the military strategists of the United States government, for what the war in our region is already getting rid, for several years (doctrine "Carter"), because our territory is prey of the apparent interests of the government from United States and the big multinationals that come in Latin America a subjected territory. In this sense the doctrine of “complete” national security is the ideological foundation of the political criminal of the State against the social movements in Latin America, as it comes off in the two cases of study: The Movement of the Rural Workers without land in Brazil (MST) and the Movement Zapatista of National Liberation (EZLN).
Lorenzo Ismael Vargas Sánchez.
Mexico, DF. August of 2006.

OTRA MIRADA A LA ALERTA ROJA

UNA RESPUESTA A JOHN ROSSAlejandro Reyes - 18-Aug-2006 - num.516Radio Zapatista, KPFA, Berkeley, California

Resumen:Un artículo reciente de John Ross, periodista estadounidense, ha provocado una sonada controversia por las críticas que hace a la Alerta Roja decretada por el EZLN en mayo pasado. CIEPAC pidió a dos intrépidos viajeros, de privilegiada perspectiva, sus reflexiones al respecto. Este Boletín es el aporte de uno de ellos.
Mucha gracia me causó la historia que me contó Ernesto Ledesma del CAPISE: que cuando John Ross llegó al Café Tierra Adentro, en San Cristóbal de las Casas, hace un par de semanas, preguntó con irónica timidez si era bienvenido o si sería corrido a patadas. El siempre gentil Ernesto contestó que Cómo, amigo Ross, ésta no es la antigua izquierda de vanguardias ilustradas e ideologías infalibles, nosotros somos múltiples y diversos, rebeldes cada uno a su manera, un mundo donde caben muchos mundos... Bueno, estas ya son palabras de mi tintero, pero si no fue eso lo que dijo, algo similar sería, o por lo menos lo habrá pensado. El hecho es que en Tierra Adentro nos encontramos a John Ross, el compañero Daniel Nemser y yo, varias veces a finales de julio, donde muchas amenas charlas tuvimos. Por allá aparecía parsimonioso y sonriente, ataviado con su kaffiyeh árabe bajo el chaleco de cuero, su boina negra y las largas barbas blancas, a polemizar amenamente con cáustica cordialidad.
Pero a pesar de la bienvenida, la pregunta de Ross, medio burlona, medio juguetona, no era enteramente inoportuna. Recientemente, John Ross ha sabido ganarse la animosidad de un buen número de simpatizantes de la Otra Campaña y la ira de algunos más. Autor de libros y artículos importantes sobre el zapatismo, John se ha vuelto, en los últimos meses, un crítico tenaz de la Otra Campaña. En particular, su reciente artículo, "A Report from the Red Alert", provocó un pequeño sismo de indignación en algunos círculos zapatistas.
La reacción es comprensible aunque quizás no enteramente justificable. Para muchos de nosotros, la Otra Campaña representa uno de los experimentos más novedosos y creativos de redefinición de la democracia y el intento más osado de nuestros días de repensar nuestro mundo: una nueva forma de hacer política, un nuevo entendimiento de las relaciones sociales. Esto, en un contexto de creciente fanatismo a nivel mundial y un creciente desencanto con las posibilidades de la democracia electoral. Y justamente en el momento en que el movimiento pasa por sus primeras dificultades serias, en el momento en que es víctima de la brutalidad del estado en un contexto de manipulación mediática que oscila entre el completo aislamiento y la demonización oportuna, viene el compañero John, con su prestigio de antiguo conocedor del zapatismo, a echarle leña a la hoguera.
Pero la crítica -y la autocrítica- es no sólo útil sino necesaria, de manera que creo más saludable tomarse una tacita de café zapatista con el compa y dialogar con espíritu abierto, que caer en paroxismos de indignación.
En su artículo, como en nuestras conversaciones personales, su crítica está centrada en la lógica -y en las supuestas consecuencias- de la alerta roja anunciada por el Delegado Zero el 3 de mayo de este año a partir de la represión de Atenco. Según su lectura, hay dos problemas fundamentales. Primero, que declarar alerta roja en territorio zapatista -con los resultantes perjuicios para el funcionamiento de las comunidades- por causa de Atenco no tiene sentido: una cosa no tendría que ver con la otra. Y segundo, que como la decisión de hacerlo proviene de la estructura militar del EZLN, irrumpe con su inherente verticalidad en la anhelada horizontalidad del zapatismo civil. El resultado de esto, según John, ha sido la desarticulación de la Otra Campaña y la "deserción en masa" de los adherentes.
El compañero Daniel Nemser y yo iniciamos a finales de mayo un viaje por la república mexicana, desde Sonora hasta Chiapas [ver su blog en español e inglés en http://pinguinozapatista.blogspot.com/], con el objeto de entender la situación de la Otra Campaña antes y después de Atenco -en los estados donde no llegó el Delegado Zero y donde sí pasó-, participar en la asamblea nacional de adherentes en el DF y la marcha del 2 de julio, entender el movimiento popular oaxaqueño y, finalmente, la situación en Chiapas en el contexto de la Otra Campaña y de la alerta roja. Esta investigación nos permite hacer ciertas observaciones sobre las críticas de John Ross, basadas en conocimiento de primera mano.
Las críticas sobre la lógica de la alerta roja no son exclusivas de John: la inconformidad con las dificultades ocasionadas por ella se escucha con cierta frecuencia tanto en Chiapas como en el resto del país. Sin embargo, la gran mayoría de las personas con las que hablamos en Chiapas entienden la alerta roja como una necesidad de autodefensa. Y el hecho de que la decisión provenga de la estructura militar no es motivo de conflicto, pues la alerta corresponde justamente a una lógica militar. No se trata aquí simplemente de un acto simbólico de solidaridad con los presos políticos de Atenco, a algunos miles de kilómetros de Chiapas -aunque también sirve este propósito-, sino de una estrategia inteligente y calculada de defensa contra el peligro real de la represión. Tanto Onésimo Hidalgo del Centro de Investigaciones Económicas y Políticas de Acción Comunitaria (CIEPAC) como Michael Chamberlin del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba) y muchas otras personas estrechamente vinculadas a la situación local entienden que el punto más débil de la Otra Campaña es justamente Chiapas. Desde 1994, el gobierno de México ha hecho todo esfuerzo posible por circunscribir el conflicto a las comunidades indígenas en el estado, retirándole así su carácter nacional. La osadía de la Otra Campaña de extender el zapatismo a todo el país representa una amenaza para el gobierno que, en la medida de su éxito, se vuelve intolerable. Una acción militar en territorio zapatista podría desarticular la Otra Campaña al localizar nuevamente el conflicto en Chiapas y forzar al Delegado Zero a regresar a la selva.
Varios hechos parecen confirmar esta hipótesis. Primero, no cabe duda que uno de los objetivos principales de la represión de Atenco fue dar un golpe certero a la Otra Campaña, en un momento en que ésta empezaba a volverse incómoda -cuando el discurso del Delegado Zero arreciaba, cuando las denuncias de despojo y brutalidad del sistema se repetían una y otra vez, contrastando con el discurso vacío de las campañas políticas, cuando la indignación se convertía en resistencia en lugares como la Parota y, evidentemente, Texcoco. Esto queda confirmado al escuchar los testimonios de víctimas de la represión, miembros de la Otra Campaña que no tuvieron nada que ver con el conflicto del 3 de mayo y que estaban en Atenco el 4 de mayo con la evidentemente fracasada intención de servir como escudo humano contra la violencia estatal. Muchas de estas personas fueron golpeadas, violadas, torturadas e interrogadas explícitamente por su supuesto vínculo con el EZLN.
El violento y muy alarmante desalojo de la comunidad zapatista Ch'ol de Tumbalá, en el Caracol de Roberto Barrios (unos días después de la publicación del artículo de John Ross) demuestra la vulnerabilidad de las comunidades y la real amenaza de la violencia estatal. Si bien es debatible si esto es simplemente una continuación de la guerra de baja intensidad presente desde 1994 -aunque por muchos olvidada- o un recrudecimiento de la represión en el contexto de la Otra Campaña, lo que sí queda claro es que la precaución de la alerta roja está lejos de ser un delirio.
Pero la más grave afirmación de John es sobre la supuesta desarticulación de la Otra Campaña a partir de Atenco. Nuestra visita a los estados de Sonora, Chihuahua y Zacatecas reveló un panorama mucho más complejo y ambiguo que el que John pinta. En lugares como Ciudad Obregón y Parral la visita del Delegado Zero sin duda hubiera contribuido para unir fuerzas y atraer actores reticentes. En ambos lugares la Otra Campaña es incipiente; los compañeros son luchadores comprometidos y talentosos, pero por varias razones la Otra Campaña no ha despegado; la visita de Marcos y la karavana hubiera podido darle el empujón necesario. Al mismo tiempo, en ambos lugares existe la percepción de que la cancelación de la visita provocó una autodepuración de personas poco comprometidas, más interesadas en tomarse la foto con Marcos que en construir alternativas. Ya en Zacatecas la suspensión de la campaña y la crisis de Atenco sirvieron no sólo para unir fuerzas dispersas sino para transformar el movimiento en una verdadera fuerza política. Hasta ese momento, los esfuerzos se concentraban en preparar la llegada de Marcos; a partir de Atenco, la Otra Zacatecas nace como actor político bien articulado, que comprende una amplia y muy creativa diversidad de colectivos e individuos.
De la misma manera, la expresividad de la Otra Campaña en los estados donde sí pasó la karavana cambia dependiendo del contexto local, y es afectada diferentemente por la situación de Atenco. En Guanajuato y Oaxaca, vimos mucha división. En Querétaro, al contrario, vimos una impresionante organización.
No me quedó muy claro cómo llegó John a la conclusión de que hay una "deserción en masa". Quizás tenga que ver con la comparación entre los estimados 25,000 manifestantes en el zócalo el 1º de mayo(1), contra los 5,000 a 10,000 en la marcha de este pasado 2 de julio -organizada intempestivamente el día anterior. Es posible que haya habido una reducción en el número de adherentes después de Atenco, aunque no veo cómo esto podría cuantificarse. Al mismo tiempo, es comprensible la sensación de suspenso e inmovilidad en este momento, comparado con el continuo movimiento de la Campaña antes de Atenco. Sin embargo, es importante entender que ésta es ya una nueva fase del movimiento: el momento de organización, de acción directa, de transformación en actores políticos. La karavana representaba el momento del escuchar. Este momento no terminó, pero los eventos de Atenco precipitaron, quizás prematura pero necesariamente, una nueva etapa organizativa, menos visible, pero más consistente. Una evaluación de la Otra Campaña en este momento no puede basarse en una mirada cuantitativa (asumiendo que eso fuera posible), sino en un cuidadoso análisis cualitativo. Alguien dijo por ahí que los miembros de la Otra Campaña "son de lo mejorcito que tiene hoy México". Podrá parecer una hipérbole autoelogiosa, pero recorrer el país con la Otra Campaña nos dejó justamente esa impresión.
Pero las críticas de John Ross tienen en el fondo que ver, creo yo, con una diferencia de posición ideológica: la lucha por el cambio dentro o fuera del sistema. A pesar de reconocer los problemas con el PRD y Andrés Manuel López Obrador, John está convencido de que ésta es una vía para el cambio y una esperanza para el país. Según su propia afirmación, una victoria del PRD significaría una "victoria del pueblo". La crítica a la Otra Campaña como parcialmente responsable por la supuesta "victoria" de Felipe Calderón no es exclusiva de John; muchos perredistas la comparten con inusitado rencor. La virulencia de los ataques contra el PRD por parte de Marcos y de la Otra Campaña puede ser cuestionable. Sin embargo, lo esencial aquí es que la Otra Campaña busca una alternativa que va mucho más allá de la lógica del "mal menor". Para la Otra Campaña, el posicionamiento con relación a la disputa electoral -la decisión, por ejemplo, de apoyar o no el movimiento contra el fraude- es una cuestión estratégica que tiene que ver con una evaluación de los escenarios más propicios para su propio crecimiento, y no con una opción entre una pseudoizquierda corrupta y una ultraderecha violenta. La Otra Campaña no puede y no debe perder tiempo y energía con tales cuestionamientos; otros ya están suficientemente ocupados con eso. La Otra Campaña tiene metas mucho más trascendentes: construir una nueva realidad política y social para el país, reinventar la democracia. Es comprensible que aquéllos que aún creen en la opción electoral no puedan ver esto. Pero poco importa: ya llegará el momento de la decepción. Entonces la Otra Campaña tendrá que dejar sus puertas abiertas a luchadores sinceros que estén dispuestos a buscar Otras alternativas: "Pásele, amigo John, tómese un cafecito y entrémosle juntos a la talacha, que hay mucho qué hacer".
(1) "Hasta morir si es preciso," La Jornada, 2 May 2006.
Alejandro Reyes es integrante de Radio Zapatista ( www.radiozapatista.org) y doctorante por la Universidad de California en Berkeley.
C I E P A CCentro de Investigaciones Economicas y Politicas de Accion Comunitaria, A.C.Calle de La Primavera # 6Barrio de La Merced

martes, agosto 15, 2006

RESCATEMOS LAS BARRANCAS

RESCATEMOS LAS BARRANCAS


La barranca de Analco, proviene de la voz náhuatl, atl—agua, nalh - al otro lado y co—lugar, es sin duda uno de los lugares turísticos importantes de la ciudad de Cuernavaca, en dicha barranca se encuentra El Salto de San Antón y el Salto Chico,
Enclavados en una zona cuya biodiversidad es muy importante para mantener el ecosistema, ahora se encuentra amenazado por la expansión de la mancha urbana y por los proyectos de desarrolladores privados y el gobierno panista.

Un poco de historia.
Con el objeto de promover la formación de una red de participación y coordinación comunitaria e intersectorial que derivara en un convenio amplio de colaboración en el desarrollo de varios proyectos, entre ellos el rescate de las barrancas se formó un patronato para el rescate de las barrancas de Cuernavaca. En efecto, en abril de 2004, constituyeron un comité técnico para el rescate del Salto de San Antón, con representantes del pueblo de San Antón, y diversas autoridades, entre otras esta involucrada la Subsecretaría de Turismo y el CRIM –UNAM.
En dicho programa se contemplan entre otras acciones un ordenamiento ecológico y territorial; establecimiento de un área natural protegida para San Antón y el desarrollo de ecotecnologías para el saneamiento del agua.

Sin embargo este programa de rescate de las barrancas de Cuernavaca, no contempla la defensa de los bosques y sus mantos acuíferos, provenientes de la zona norponiente de nuestra ciudad. En cambio el gobierno está realizando obras para construir el llamado “libramiento norponiente”, el cual daña la zona boscosa, por lo que se han opuesto valientemente los comuneros de Tetela del Monte, quienes por defender esta área natural han sido brutalmente reprimidos por las autoridades de Cuernavaca, quienes pretenden realizar a toda costa su proyecto destructor del bosque.
A pesar de la resistencia de la mayoría de los comuneros de Tetela, algunos ya han empezado a vender sus tierras a precios irrisorios. La resistencia también se enfrenta a la brutalidad del gobierno y a la líder Leoba Morales, quien está amenazando a los comuneros que no quieren vender sus tierras, lo cual permitiría el crecimiento del lujoso desarrollo residencial que ha visto en el bosque un paraíso, el cual pretenden privatizar y hacerlo exclusivo para unas cuantas familias pudientes, mientras que como se está argumentando, del bosque dependemos todos, pero principalmente los que habitamos la zona, en la que están pueblos tradicionales que tienen un pasado histórico y que son los legítimos dueños de estas tierras, por ser ellos los primeros en derecho.
Como lo es el Pueblo de Santa María, los comuneros de Tetela del Monte, los ejidatarios del pueblo del Salto, los ejidatarios del pueblo de Temixco y Pueblo Viejo, a quienes el propio gobierno federal ha reconocido su derecho sobre estas tierras, bosques y aguas.
Consecuencias
Es necesario imaginar que sucedería si se inicia la destrucción de este bosque: reducción del oxigeno para Cuernavaca, reducción del caudal de agua en las barrancas, extinción de especies animales que viven del ecosistema, mayor contaminación de las barrancas, por desperdicios de basura, descargas de drenaje y desechos químicos que constantemente se arrojan a las barrancas, extinción de los manantiales que surten de agua potable al municipio, exclusión y pobreza, debidos al despojo de tierras a comuneros y campesinos, mayores problemas de salud por la contaminación del ambiente, pestilencia constante para quienes habitamos al margen de la ribera del río, pérdida de nuestra riqueza natural, como lo es El Salto Chico y el Salto Grande, que son atractivos turísticos muy importantes, en suma se avizoran grandes efectos que dañan nuestra calidad de vida.

jueves, agosto 10, 2006

COLONIALIDAD DEL SABER Y SU IMPACTO

COLONIALIDAD DEL SABER Y SU IMPACTO EN LOS PROGRAMAS DE INVESTIGACIÓN, CIENCIA, TECNOLOGÍA Y POSGRADOS QUE REQUIEREN EL APOYO DEL CONACYT.
XX CONGRESO NACIONAL DE POSGRADO.
Octubre 16 y 17 2006 México D.F.

Lorenzo Ismael Vargas Sánchez

“América Latina sigue siendo hoy un tema para sus artistas e intelectuales, pero además (y eso es quizá lo más importante) se ha constituido en un problema. Problema para quines lo abordan y para quienes lo eluden; para quienes lo afirman y para quienes lo niegan; para quienes lo asumen desde su entraña misma y para quienes lo examinan desde lejos; aunque el catalejo sea parisiense, londinense o romano, la mirada sigue siendo inevitablemente latinoamericana...” Mario Benedetti (1982; 32)

La formación de recursos propios en ciencia y tecnología que posibiliten la solución de problemas en las áreas que son consideradas prioritarias y estratégicas para nuestros pueblos es una tarea ardua que requiere de inicio una apertura de mirada que sea inevitablemente latinoamericana, aunque, parafraseando a Mario Benedetti, los recursos se formen en París, Londres, Italia o cualquier otra parte del mundo, sin eludir, claro está, el compromiso de nuestros Institutos y Universidades que tienen la carga principal. Ver hacia el viejo continente o hacia los Estados Unidos como modelo y aprender de sus avances está muy bien, pero el enfoque teórico, las visiones, los métodos, los temas y la problemática son distintos, diversos y de una naturaleza y significación propias.
El primer reto para la construcción del conocimiento propio es romper los “parámetros civilizatorios del razonamiento”, de lo dado y por tanto inmutable, del estar ahí como sujeto cristalizado o mimetizadado. Esto implica, saber diferenciar política y éticamente, lo que es información de lo que es pensar críticamente esa información. El pensar critico es un proceso complejo de construcción de otro conocimiento, es el conocimiento otro sobre la realidad. Es plantearse el reto de enseñar a pensar y aprender a aprehender. Es decir, posesionarse del conocimiento, asumirlo como un compromiso en donde constantemente se cuestiona, no solo la teoría, sino también la realidad presente.
El planteamiento pedagógico desde esta perspectiva implica “darse cuenta” y “dar cuenta”. La conciencia es una acción de optar, elegir y operar en consecuencia. Actuar en congruencia con el momento histórico que nos toca vivir; el conocimiento se nos rebela como un arma de cambio necesario, como la construcción de estrategias y reposicionamientos desde visiones criticas que permitan falsear los conocimientos que consideramos teorías acabadas. Por lo tanto, el desafío no solamente es la formación de esa conciencia crítica, sino también la construcción de un conocimiento histórico que nos permita hacer, construir o intervenir en la realidad aplastante que se nos presenta como única.
En la construcción del conocimiento, asumiendo qué se observa, desde dónde, cómo se observa y lo más importante, el “límite” hasta donde ha llegado el conocimiento, que hace que se piense en la categoría de ese espacio relacional, o interfases, donde se enfrenta el “yo” con el “otro yo”, esto es una relación de experiencia entre contrarios y de significados discordantes o en crisis y conflicto, donde se excluye uno al otro porque no hay una codificación de lo simbólico construido desde la comprensión de la exterioridad, de la otredad, o de la exclusión social.
La diferencia de conocimiento parte de los significados discordantes en crisis o conflicto que se explica a través del proceso de integración capitalista, de manera particular es el pensamiento judeo-cristiano que se presenta como hegemónico y como única forma de construcción de conocimiento, entre el imperialismo europeo de corte anglo sajón y el imperialismo asiático hay diferencias específicas, pero también particularidades compartidas, las que no vamos a entrar a detallar, pero si tenemos la obligación de subrayar que es a partir de esta división que deviene el concepto de hemisferio oriental y occidental, entonces, para nosotros esta es otra diferencia, que permite entender cómo es la reorganización del orden mundial, que se acentúa, después de la Segunda Guerra Mundial, cuando el mundo se divide en países del Este y Occidente, a partir de ideologías y formas de pensamiento enfrentados (capitalismo y socialismo) como modelos de pensamiento hegemónicos, la especificidad de este enfrentamiento no termina con la caída del Muro de Berlín en 1989.
A partir del 11 de septiembre de 2001, dando un salto importante que se revela como una nueva década perdida para América Latina, pero de consolidación del modelo neoliberal que se presenta con fin de la historia, la derecha de occidente discute el problema de la reorganización estratégica del mundo, ponen en la mesa de debate las diferencias de occidente con respecto al mundo árabe y se llega a la conclusión de que no hay un punto de referencia, que las similitudes son pocas y las diferencias son abismales tanto ideológicas como culturales, además, los países árabes tienen el agravante desde la visión hegemónica occidental, de ser pueblos donde el “terrorismo” puede ser un factor de desequilibrio, para las ambiciones neoimperialistas de los ocho países desarrollados, ya que aquellos "han acumulado conocimientos científicos que les permite utilizar armas de destrucción masiva" (bacteriológicas y nucleares), esto para el guardián de occidente es inadmisible y con pruebas evidentemente falsas se lanza a la recomposición geográfica del mundo musulmán.
Como estos hechos se dan en su forma política, con graves consecuencias sociales y de pérdida de vidas inocentes, pocos nos damos cuenta que estos hechos se inscriben también dentro de lo que se conoce como geopolítica del conocimiento que se inscribe en múltiples formas que dan sentido propio a la colonialidad. Los estudiosos del tema Anibal Quijano, Walter Mignolo y Eduardo Lander, entre otros, identifican tres tipos de esta forma hegemónica de dominio neocolonial:
La colonialidad del poder permite la clasificación racial, sobre la base de los procesos de trabajo y la división internacional del trabajo; la colonialidad del saber (o los distintos saberes instituidos) los tradicionales y los nuevos que se convierten en objeto de estudio. La colonialidad del saber desprestigió todas las “otras” formas de pensamiento “otro”, diferentes al pensamiento imperial; el pensar en contra, a partir de “otros” fenómenos y “0tras” realidades. Finalmente la categoría de la colonialidad del ser, tiene efectos perniciosos ya que crea una visión en el colonizado acentuando su falta de capacidad intelectual y su inferioridad racial frente a todo lo que implica el mundo occidental aceptando acriticamente todo lo proveniente incluso sus modas, sus costumbres y su cultura, en este sentido todos los pueblos colonizados son occidentalizados por vía de la violencia, el saber y la cultura.
Otro de los efectos es, que lo que se dice, es la totalidad del mundo, esto es, no hay afuera del imperio capitalista; pero sí hay un afuera, que no queremos reconocer, lo que pasa es que el conocimiento se estructura a partir de la universal exclusión y la muy particular inclusión que engloba el poder, el saber y el ser, dentro y solo sí, es del mundo occidental y capitalista. Esto hace que nos veamos imposibilitados para verlo fuera de los márgenes (o límites) que ha establecido el propio mundo capitalista (ver la relación en el siguiente esquema) que establece su propia diferencia colonial:




La economía de reciprocidad está rearticulada a través de la economía del mercado y del trabajo, pero el saber y la posibilidad de pensar no se colonizó totalmente porque pertenece a una historia y memoria colectiva de aquellos que se resistieron o bien se opusieron al proceso, entonces el papel de dominio, que adoptaron los españoles, portugueses, italianos, franceses, ingleses y alemanes, en todo lo que constituye su historia y filosofía y ciencia, se dirigió a negarla, a no reconocerla, esto es a excluir ese saber otro que provenía de otros pueblos y otras culturas, y es aquí donde el acto de nombrar y poder nombrar cobra un sentido de embalaje de ese poder. Así por ejemplo, las plantas nativas útiles para la salud y los alimentos, fueron renombradas en latín, un idioma diferente a la tierra de origen de la planta, se aprovecho todo el conocimiento ancestral de sus propiedades y se negó el reconocimiento de su aportación al universo del conocimiento occidental. Lo mismo sucedió con las tierras y pueblos conquistados, se les asignó un nombre occidental aunque en algunos casos conservó su nombre de origen. Así tenemos que el acto de nombrar, a partir de un conocimiento o descubrimiento, que se traduce en conquista, también es un acto de poder dominación y poder sometimiento.
Otro ejemplo que proviene de las ciencias sociales es el concepto de subalternidad de Gramsci, que no se puede aplicar estrictamente a las condiciones específicas de América Latina, porque para los latinoamericanos sería más específico hablar de subalternidad colonial (esta es una categoría que se desprende del pensamiento contemporáneo y que es utilizada por Walter Mignolo).
Otros elementos que hemos asumido como propios, como por ejemplo, el de democracia, se utilizan para establecer un sólo y específico orden, cuando sabemos que hay diversos ordenes y el fenómeno es entrópico, para entender esto en su particularidad y especificidad podríamos preguntarnos ¿cómo interpretan el concepto de democracia los indígenas Zapatistas de Chiapas, esto es, cómo lo toman y lo ejercitan? así podemos encontrar que efectivamente existe otra práctica y otra democracia que se sustenta en el principio de “mandar obedeciendo”, es decir el mando o bien el que ocupa un cargo de representatividad ante la comunidad, tiene que obedecer y responder a los intereses que le dio la propia comunidad, además de que no hay pago por el servicio, más que aquél que le da el reconocimiento y el prestigio ante los demás, ante la propia comunidad a la que sirve.
Los Zapatistas al contrario de lo que se define tradicionalmente como democracia, establecen que la sociedad se manda mientras sus dirigentes obedezcan, este planteamiento representa un gran cambio en la concepción y en el saber, ya que desarticula a Platón, Aristóteles, Maquiavelo, Montesquieu, Hobbes y Locke. La palabra “democracia” vino de occidente, por lo tanto, la asimilación de este concepto permite incorporarle muchos sentidos cuando se tiende a implantar en otros pueblos, significados y visiones. Debe entonces, utilizarse como conector que permite articular voluntades políticas distintas y específicas. La especificidad histórica es lo que hace que tradiciones o modelos probados sean refutados, en el campo de lo social, cuando se tratan de aplicar como únicos, como verdad absoluta o como formas hegemónicas de dominio/sometimiento. Luego entonces, la democracia tiene que ser pensada como un conector, de una visión dominante, este concepto, utilizado como categoría de análisis, puede aplicarse para explicar los intereses justificadores de la guerra de Estados Unidos contra Irak, luego de los atentados del 11 de septiembre, pero lo que interesa es el concepto y como las sociedades que llamamos tradicionales, arcaicas o totalitarias se apropian de este concepto y lo hacen suyo. El simple hecho de convocar a elecciones y aplicar el modelo no garantiza el fin de la guerra y mucho menos la instauración de un régimen democrático.
La colonialidad del saber opera sobre los procesos culturales y es condición necesaria en la constitución de las subjetividades. La colonialidad del saber o desculturización facilita que las formas del pensamiento se simplifiquen por la visión dominante, es decir, nos auto colonializamos, nos despojamos de nuestra capacidad de ser, la transculturización y aculturación sirven para los fines de los intereses dominantes que se nos presentan como hegemónicos.
Por este motivo se requiere pensar desde la exterioridad colonial, esto es, construir un conocimiento social desde el afuera a lo que se considera validó de forma universal, ya que el actual conocimiento es construido por el adentro, a través de un proceso de universal inclusión, donde las historias particulares de los pueblos son referidas a los valores occidentales dominantes y esto no es así de sencillo, al menos desde el punto de vista histórico social.
Para abordar este problema debemos plantear las siguientes estrategias. Ver el pensamiento generado por Europa, ya que no es posible evitar la tradición del pensamiento europeo y realizar una ruptura espacial con respecto a dicho pensamiento que posibilite el conocimiento otro, el de la alteridad, el de nuestros pueblos y regiones.
Para entender este proceso debemos reconocer que los movimientos de resistencia populares e indígenas en América Latina son proyectos de descolonización intelectual, para lograr esto proponemos:
1) Pensemos como intelectuales en los movimientos sociales paralelos y contemporáneos
2) Contribuir a que las ideas sean entendidas en los círculos donde nos movemos.
Por ejemplo: el zapatismo aporto grandes cosas, pero para la epistemología alcanzo dos logros fundamentales:
Una revolución teórica
Una revolución ética.
La cuestión de la universalidad del pensamiento también esta implicada con la dependencia, por lo tanto, debemos cuestionarnos ¿tiene sentido que las relaciones de dependencia se sigan rearticulando el sentido del ser y los conocimientos que desarrollamos?
De lo que se trata es ver como la intelectualidad, los científicos y los inmigrantes que vienen a América Latina asumen la realidad y la lucha de los pueblos, en el caso de México, por ejemplo, tenemos a Francisco Javier Mina, durante la Guerra de Independencia; el Batallón de San Blas integrado por irlandeses, que se oponían a los planes anexionistas Norteamericanos, durante la dictadura de Santa Ana y recientemente, los obreros canadienses y americanos expulsados de México por encabezar el desfile del primero de mayo de 2002, o José Saramago y el propio Immanuel Wallerstein; en los campos de la literatura y las ciencias sociales respectivamente que ven una América Latina con potencialidad para transformarse y trastocar la hegemonía imperial. Otros ejemplos, requerirían un mayor espacio, lo anterior es con el fin de resaltar el concepto de ruptura espacial epistémica, que permite ubicar el lugar de existencia y debate junto con los movimientos sociales existentes, el proceso de construcción del conocimiento científico y, por lo tanto, hacia donde deberían dirigirse los posgrados y la formación de recursos de alto nivel, acorde a las exigencias que requiere nuestro país. No remplaza la modernidad impuesta por neoliberalismo y el post modernismo producto de la dependencia estructural, ni remplaza el método científico, más bien parte de la complejidad y de problematizar científicamente la realidad Latinoamericana.
Los posgrados tendrán como finalidad desarrollar epistémicamente una “doble crítica” (categoría utilizada por Mignolo). ¿Dónde funciona esta categoría de pensamiento?:
a) Funciona como crítica a una tendencia hegemónica que se ha impuesto para el desarrollo científico en América Latina.
b) Funciona sobre la creencia generalizada e institucionalizada de que los fundamentos del saber están en la tradición europea.
c) Y opera como oposición al radicalismo de la verdad absoluta, que es totalmente opuesta a la construcción científica y a la tradición científica que opera refutando los paradigmas científicos.
Para realizar la doble crítica, por ejemplo se tendría que refutar la metáfora del fin de la historia y la eternidad del sistema capitalista y la concepción del sistema mundo moderno, sustentada en los grandes avances tecnológicos/militares, que operan como formas de control de las diferencias coloniales.
A su vez tendríamos que hacer una crítica a la idea de una América Latina donde se enfatiza la excepcionalismo latinoamericano.
La identidad nacional desde donde se genera una política de control social, basada en los justificantes de “seguridad nacional” y “seguridad pública” (política externa y política interna respectivamente).
Las tareas para el desarrollo de un pensamiento epistémico latinoamericano serían, a nuestro entender, a partir de reconocer los siguientes elementos:
a) La conciencia de lo real subjetiva ha sido construida como objetividad, por quienes tienen el poder para institucionalizarla como verdad y totalidad.
b) La “universal inclusión” ideológica genera violencia contra todos aquellos que no encajan en el proceso hegemónico que se asume como realidad y verdad última, lo que a la vez produce una “universal exclusión”, de los pobres, de los marginados, de los desposeídos, de los indígenas, de las razas y de sus culturas;
c) La estructura desigual del sistema de poder y de producción, sirven de base para la creación y aplicación selectiva, o bien, para los abusos de poder de las instituciones y aparatos del Estado, bajo la subordinación del quehacer científico a criterios eficientistas y de productividad que no tienen ninguna correspondencia con la realidad.
Por lo tanto, al cuestionar la realidad, observamos una crisis en los posgrados originada por un discurso subjetivo y preconstruido, que se ha sobre puesto a la realidad, que tiene implicaciones y referentes inmediatos en las administración, la estructura de las universidades, instituciones, centros y unidades que se dedican al desarrollo y formación de recursos de alto nivel.

Conclusiones

La influencia de la cultura occidental ha sido determinante en los modos y formas de nuestro pensar y actuar, y en el desarrollo científico y tecnológico. En América Latina, la recuperación del conocimiento debe ir en dos sentidos, el primero orientado a la critica a las teorías implantadas por la occidentalidad, para entender nuestra condición histórica a partir de la especificidad de nuestras realidades y segundo extraer de esa específica condición nuevas visiones de pensamiento que den cuenta de nuestros sentidos, saber y quehacer cotidiano.
América Latina siempre será un tema para la reflexión-acción, sin embargo, la construcción de un problema tiene determinadas exigencias de teorización, lo que permite una razón articulada de lo que debo hacer, para ello, es indispensable una lectura cuidadosa y categorial de los textos científicos, reconocer las categorías en un proceso histórico concreto, hacer una búsqueda personal y ver cómo se construye el argumento.
Lo epistemológico no se restringe al proyecto de investigación como tema, debe haber una exigencia de problematización de la realidad que de cuenta de cómo se enuncia y cómo se describe, lo que nos permite dirigir nuestra mirada al presente potencial y plantear una perspectiva de futuro, esta es la tarea y el reto a la que se enfrenta la formación de científicos. La exigencia de problematizar la realidad que observo, el modo de razonar, la forma de hacer y los ángulos que asumo en la explicación de la realidad parten de la articulación y construcción de nuevas categorías científicas.
Sobre la base de este supuesto se hace un recorte histórico, se debate la idea de universalidad de sentidos y la diferencia colonial a partir de las categorías de colonialidad del poder, colonialidad del saber y colonialidad del ser; con el fin de establecer el papel de los intelectuales en la generación de un pensamiento propio latinoamericano, en la construcción de ese pensamiento “otro”; finalmente, tendríamos que debatir la crisis de los posgrados reconociendo que ciertos criterios como los de productividad y eficiencia no son ni los más adecuados ni los únicos para establecerlos adoptarlos como fundamentos de una supuesta normatividad.


Lorenzo Ismael Vargas Sánchez



Sección de Estudios de Posgrado e Investigación, ESIA Tecamachalco Edo. de México Agosto 2006.

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Las transformaciones del medio natural a urbano

Las transformaciones del medio rural a urbano:
El caso del asentamiento irregular del paraje Cazulco en la Ciudad de México.
Salvador Y. Vargas Rojas
Lorenzo I. Vargas Sánchez.

Las condiciones socioeconómicas que prevalecen en la Ciudad de México para la adquisición de vivienda no han sido solucionadas aún con los cambios políticos que la ciudad ha tenido. Como consecuencia, todavía es común que se presenten casos como el asentamiento irregular de Paraje Cazulco, el cual es un ejemplo del crecimiento periférico y exclusión urbana de ésta metrópoli. Uno de los principales factores que generan las condiciones desfavorables de este sitio son las políticas partidistas de cooptación y control del voto que no han sido eliminadas, principalmente el sufragio que se negocia a cambio de servicios urbanos, materiales para la construcción de vivienda o bien la “permisibilidad” para asentarse en lugares de reserva ecológica, baldíos y zonas de alto riesgo. El caso de Paraje Cazulco permitió constatar que son estos quienes fomentan el crecimiento urbano hacia las escasas áreas de reserva ecológica que se encuentra al suroeste de la ciudad, en el perímetro de la Delegación Álvaro Obregón.
Paraje Cazulco colinda con el Parque Nacional de los Dínamos, cuanta con una topografía semiabrupta, pero las condiciones ambientales son muy favorables para los inversionistas (nacionales y extranjeros) que valoran las vastas áreas verdes y boscosas para desarrollos de residencias de elevado valor inmobiliario regularmente fijado en dólares.
El asentamiento irregular data de 1997 y es un territorio que pertenece al pueblo de San Nicolás Totolapan, la zona del asentamiento carece de límites, por lo que no se puede identificar como una unidad independiente, además de que tiene una situación legal indefinida, ya que también disputan estas tierras los comuneros de la Magdalena, debido a que se ha detectado una superficie libre de más de 300 hectáreas que es considerada bien comunal mientras que el ejido de San Nicolás Totolapan, afirma que son bienes ejidales y no comunales, ninguno de las dos poblaciones ha hecho valer sus derechos, lo que tendría que resolverse ante el Tribunal Unitario Agrario[1] presentando una controversia.
Esta irregularidad sobre la posesión de la tierra, provocó grupos de familias se apropiaran de buena parte de esa área, la mayoría de ellas con el argumento de que eran hijos de ejidatarios o provenía de San Nicolás, por lo que justificaban su expansión hacia esos baldíos. No obstante también se han identificado personas ajenas al pueblo, que han venido a vivir de forma irregular en este sitio, pero que además, quien sabe cómo, ha logrado obtener escrituras sobre dicha propiedad, siendo que no existe un estatus legal de si son tierras comunales o ejidales y además se encuentran en un área considerada como de reserva ecológica.
La parte más antigua de Cazulco, está lotificada, cuenta con infraestructura urbana: pavimentación, drenaje, agua y electricidad, así como transporte público, servicios que la población ha adquirido a través de su organización y su lucha constante, sin embargo, los planes de Desarrollo Urbano del Distrito Federal consideran esta zona como “área de rescate ecológico” lo que resulta contradictorio puesto que son terrenos ejidales y esa disposición afecta no sólo su condición de vida, sino su área de trabajo, por tanto, sus fuentes de ingresos económicos.
Aún no existe una actualización del programa de desarrollo delegacional urbano, como tampoco existe un plan alternativo que resuelva con justicia la situación sobre el suelo de Cazulco. No obstante, este paraje tiene una dinámica de transformación espacial muy diversa que va de lo rural a lo urbano, de ahí que la investigación realizada resolvió delimitar diferentes aspectos de Cazulco que marcan su evolución hacia la expansión urbana, con el fin de sentar las bases de una planeación territorial para evitar que el crecimiento urbano pueda afectar el Parque Nacional de los Dinamos.
El relieve en que se encuentra Cazulco no permite una accesibilidad directa con la carretera a los Dinamos, por el contrario, para llegar a este paraje es necesario pasar por el pueblo de San Nicolás. La avenida queda acceso a Cazulco es una prolongación de Buenavista y es la arteria vial más importante para acceder a dicho asentamiento.
En el siguiente mapa se puede observar que pese a que el territorio es pequeño, este puede regionalizarse en cuatro zonas básicas, que hemos llamado: casco viejo; la zona de transición; el área rural y finalmente la zona de riesgo. Cada una con características particulares y con un sentido de análisis amplio para cada unidad.
El casco viejo es la parte más consolidada de Cazulco, presenta una infraestructura urbana completa, pero con ausencia de mantenimiento. Es común ver viviendas precarias, en obra negra o con problemas en la instalación de servicios, lo cual aumenta la vulnerabilidad ante cualquier accidente. También es el área más densamente poblada y los lotes albergan familias extensas, por lo que se registra un grave proceso de hacinamiento, promiscuidad, alcoholismo y violencia entre vecinos. Las calles son demasiado angostas, sin banquetas pero permiten el acceso a automóviles particulares y transporte público que vincula el poblado con la estación del metro Miguel Ángel de Quevedo.
La zona de transición es un área que sufre las transformaciones de su uso de suelo agrícola a residencial y tiene acceso más directo a la avenida principal. El tipo de vivienda es variado y refleja distintas condiciones económicas de acuerdo al material usado, al número de metros y los acabados en la construcción, por ejemplo, se puede observar el uso de ladrillo rojo, madera, o bloque con acabados especiales de herrería, aunque también abunda el uso de materiales precarios. Respecto a la infraestructura, esta zona carece de pavimentación, pero tiene los demás servicios. Las casas que se encuentra sobre la avenida principal, tienden a ser de uso mixto, donde el comercio al menudeo se genera a través de las misceláneas o tienditas. Es escasa la vivienda con crecimiento vertical, el nivel más alto de construcción es de tres pisos, pero es común observar viviendas con crecimiento horizontal, a manera de vecindarios. Por ser una zona reciente, este lugar no refleja las crisis de los conflictos y patologías sociales, pero tiende al desarrollo habitacional y a la actividad comercial.
La tercera zona de estudio es de carácter rural, aunque la imagen es un tanto engañosa. Al observar terrenos con sembradíos de avena, se pensó que eran de propiedad de los habitantes que viven ahí. La situación real es que el dueño de esos terrenos vive en la Delegación Magdalena Contreras, y es un rentista, presta las tierras para que otros la siembren a cambio de una renta, pero también ha lucrado fraccionando parte de su terreno y poniéndolo en venta a particulares. Este ejemplo de cambio de uso de suelo agrícola a habitacional, se ha dado porque la agricultura ha dejado de ser para los minifundistas y comuneros una actividad económica que les permita sobrevivir, sobre todo estando en la periferia de la ciudad, por lo que se buscan alternativas de trabajo diferentes a la agrícola. Sin embargo los terrenos en esta zona están orientados a la producción de avena, maíz y maguey, de esta última planta actualmente se extrae aguamiel. La zona carece de una infraestructura urbana formal, y la vivienda es de materiales precarios característicos de zonas rurales más pobres: madera y láminas de cartón.
En la cuarta y última zona la situación de riesgo es evidente, esta tiene características similares a la parte vieja de Cazulco, cuenta con todos los servicios y está pavimentada. Sin embargo el riesgo es provocado por la adquisición irregular de los terrenos en suelos que pueden ser colapsables, ya que es probable que se den deslizamientos de tierra, como ya ha sucedido en tiempo de lluvias. Esta situación provoca que el deterioro de la vivienda sea mayor. Sin embargo es un área densamente poblada y por ser el eje de extensión urbana del pueblo de San Nicolás, concentra una alta actividad comercial d carácter convencional, además de pertenecer a la parte vieja de Cazulco, las patologías sociales son mayores y la organización vecinal es casi nula.
Con base a la delimitación anterior en cuatro zonas, se realizó el estudio por AGEB con los datos que arrojó el censo del año 2000 donde se observa que existe un incremento de la población de aproximadamente mil habitantes cada diez años. Mientras que en 1990, la población de la AGEB 045-7 (a la que pertenece Cazulco) era de 2 929 habitantes, para 1995 ya existían 3 854 habitantes. La tasa de crecimiento anual disminuyó de 5.64 por ciento a 5.33 por ciento. Actualmente la población es de 4 997 habitantes y esta integrada en 288 familias, distribuidas en 6.7 hectáreas que conforman el paraje, por lo que existe una relación de 148 habitantes por hectárea.
Aun cuando no es tan perceptible, el análisis de la estructura de población comparativa de los años 1990 y 2000 respectivamente, arroja un decremento en la población infantil que va de los 0 a 14 años. Esto significa que hay un descenso de la población en su base piramidal. Esto es, mientras que este grupo de edad representaba el 40 por ciento de la población en 1990, para el año 2000, este mismo grupo de edad sólo representa el 34%. Por otra parte se observa un incremento de la población de 15 a 64 años de edad que representa actualmente el 62%, esto significa que las presiones sobre las variables de empleo y vivienda son mayores.
Respecto a los servicios educativos, abastecimiento y salud, la gente se desplaza al pueblo de San Nicolás y a la Delegación Magdalena Contreras por lo que puede decirse que estos problemas están cubiertos. Los principales problemas a los que se enfrenta la población son: la vialidad y transporte (falta de pavimentación, banquetas y mantenimiento); la ausencia de servicios de agua potable y recolección de basura y en menor medida problemas de inseguridad, invasión de terrenos y conflictos intervecinales, como puede observarse en las siguientes gráficas elaboradas, a partir del análisis estadístico que nos brindaron las AGEB.
A manera de conclusión podemos decir que las condiciones de irregularidad son determinadas por la indefinición legal, o bien por la ambigüedad de la condición legal del suelo, lo que lleva a gastos, tramites y juicios para determinar su condición legal, lo que incide en el proceso de rural-urbanización de la zona de estudio, que genera condiciones de pobreza, marginalidad y exclusión social, además de escasez de servicios e infraestructura para mejorar las condiciones de vida.
Uno de los principales problemas que afecta a la colonia es el crecimiento de la mancha urbana sobre áreas no aptas[2], que genera distintos conflictos en cada una de las zonas diferenciadas; de seguir esta tendencia de ocupación se incrementará la problemática en el resto de la colonia, sobretodo respecto a la demanda de infraestructura y servicios, los cuales son deficientes.
Es muy probable que la zona de riesgo siga siendo ocupada, por lo que es necesario tomar medidas de prevención para un posible desastre, por las condiciones precarias de esta área, es necesario que autoridades no solo realicen desalojos y reubicaciones constantemente, sino que adopten medidas de prevención y educación ante el riesgo como pueden ser, creación de albergues, primeros auxilios y campamentos de ayuda.
En el casco viejo además de que se incrementarán los problemas con los servicios e infraestructura, se puede esperar un aumento en los problemas sociales, debido a la inseguridad. Es poco factible una consolidación como centro de barrio, debido a la dependencia que éste tiene respecto al pueblo de San Nicolás, pero se observa un incremento en la actividad comercial en pequeño.
Debido a que la zona de transición está ocupada con viviendas que presentan un mayor nivel económico, se espera que ésta sea la única zona en que los servicios e infraestructura serán mejores a corto plazo.
La presencia de cultivos en la zona rural no es tan significativa además de que para los campesinos del lugar no es una actividad económica fundamental sino más bien complementaria, por esta razón es probable que se incremente el número de terrenos ejidales o comunales en venta (de manera irregular, puesto que no se cubren con las formalidades que la ley agraria señala) para la construcción de vivienda, a pesar de esto, hay también un proceso de invasión de predios en aquellos terrenos agrícolas que aún son muy productivos, con lo que poco a poco se está mermando esta actividad económica indispensable para la alimentación.



[1] En los años de 1924 y 1936 respectivamente se dotó a San Nicolás Totolapan de tierras ejidales con 2 mil 704 hectáreas, luego que se declararon “apócrifos” los títulos virreinales de 1535: el Códice Techialoyan y una Merced Real de 1563. Sin embargo una revisión solicitada que impugnó dicha resolución acaba de declararlos auténticos de acuerdo con el Archivo General de la nación, por lo que quedaron 300 hectáreas libres, motivo de disputa entre ambas poblaciones.
[2] Por no aptas, se entiende aquellas zonas que presentan condiciones física adversas, que son parte de la zona de conservación o que pueden ser utilizadas para otra actividad económica, es decir, que no tienen la aptitud territorial de uso habitacional.
El demagógico poder de los Mass Media:
Lorenzo Ismael Vargas Sanchez
www.apiavirtual.com/modules.php?name=News&file=article&sid=11519

Existen en la actualidad elementos suficientes para afirmar que los medios de comunicación masiva (televisoras, radiodifusoras y periódicos), construyen su propio discurso del delito, que en más de las veces tiene poco que ver con la realidad y con el compromiso ético de dar cuenta de los hechos con veracidad. Por ello es una demanda social que tanto los dueños como los responsables de los medios de comunicación actúen con más prudencia. En las informaciones sobre lo que los medios consideran "delito" se constata una utilización perniciosa de los sentimientos de las víctimas y allegados, como ocurrió con el joven de 14 años, Francisco Javier Cortés Santiago muerto en San Salvador Atenco, por un disparo de arma de fuego, que portaba la propia policía, el pasado 3 de mayo de 2006; donde fueron tergiversadas las reacciones de dolor de todo un pueblo crispado por la descomunal represión de que fueron objeto por las fuerzas que dicen mantener el orden (policías federales, estatales y municipales).Todo lo que hicieron fue válido para la puesta en escena de un drama, por lo que son responsables morales directos del clima de linchamiento social producido, ya que fueron los primeros en exigir incluso la intervención del ejército:¡Qué más ejército querían si ya estaba en la escena del brutal crimen de Estado un vicealmirante Wilfredo Robledo Madrid, coordinado las tropas de la Policía Federal Preventiva que son reclutados del mismo ejército y entrenados de forma paramilitar! Así como el jefe del Estado Mayor, Adelino Vargas Fosado.
Investigadores en psicología social españoles, han establecido que los mass media se han convertido en uno de los grandes medios de construcción de las situaciones de miedo e inseguridad para la sociedad. La Comisión Socías, el primer organismo de ámbito español [1] que estudió el fenómeno de la inseguridad ciudadana, realizó a mediados de los años ochenta una investigación sobre el

martes, agosto 08, 2006

La fascinación estética del poder y el orden

LA FASCINACIÓN ESTÉTICA DEL DISCURSO DEL PODER Y EL “ORDEN”.
Lorenzo Ismael Vargas Sánchez[1].
La política criminal tradicional ha sido utilizada como un instrumento en el proceso de control y criminalización del Estado contra los grupos más vulnerables, sometiéndolos al control penal punitivo de forma selectiva, pero de igual forma y de manera muy especial contra los movimientos sociales de resistencia al poder que se han desarrollado en América Latina. Vista de esta manera la político criminal oficial es un discurso ideológico sistematizo por quienes detentan el poder, que en etapas de crisis o auge de los movimientos sociales arrasa con los preceptos constitucionales, es decir acaba con el Estado de derecho, como ha sucedido con la instauración de los regimenes militares en el Cono Sur, la promulgación de las famosas leyes de “seguridad ciudadana”, las “leyes de punto final” y muy recientemente las leyes de “cero tolerancia” importadas del modelo político criminológico de Nueva York, donde se buscó criminalizar a los grupos latinos, principalmente y aquí en la Ciudad de México a los sectores más desprotegidos.
Hassemer (1990, 236) afirma que: “el Derecho penal no tiene que adaptarse a la política criminal, ni puede convertirse en su subsistema funcional, sino que tiene que oponerse a ella, frenándola e incluso, en caso necesario, obstaculizándola”[2]. Sin embargo, es a la inversa, la clase política que ejercen el control del Estado, así como en general, la clase dominante, utilizan el derecho penal a su conveniencia, desbaratando los principios más elementales del pacto social. Así lo podemos constatar, en la violación de los derechos humanos de los prisioneros de guerra iraquíes en Guantánamo por parte de los Estados Unidos. También lo podemos observar en la intervención del Estado en asuntos internos del sindicato minero de SICARTSA, en Lázaro Cárdenas Michoacán, que desembocó en enfrentamientos de los trabajadores mineros con granaderos, policías estatales, y la policía federal preventiva (PFP); y más aún en la violación de las garantías individuales y derechos humanos de los pobladores de San Salvador Atenco, municipio de Texcoco, tras la intervención policíaca federal, estatal y municipal para desalojar a 8 floricultores de la región. En todos estos casos hay una extralimitación del poder avalado por la “ley” sin que exista un pleno control penal punitivo contra ese abuso del poder del Estado, que se aplique como sanción a gobernantes y autoridades involucrados así como a los aparatos represivos.
En efecto, el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) adherente a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, terminó por destruir el mito del supuesto Estado de Derecho[3] , El gobierno mexicano, al igual que los más perniciosos gobiernos militares América Latina, aplica la ley no contra los delincuentes, sino contra los movimientos sociales y sus líderes con la finalidad de sembrar el terror entre la población y descabezar los grupos contrarios al sistema de dominación, que el gobierno asume como sus principales enemigos.
El gobierno de Vicente Fox es abusivo, carece de toda autoridad moral y ética para esgrimir como defensa de sus actos de gobierno “la aplicación irrestricta de la ley”, cuando a su conveniencia los funcionarios públicos evaden la ley. Es inadmisible que bajo el criterio de recate de presuntos “secuestrados”, que nunca estuvieron secuestrados, y tampoco permitieron que los medios dieran cuenta de su liberación, por las fuerzas intervinientes para “restablecer el orden”, el gobierno (federal, estatal y municipal, es decir, el PAN, el PRI y el PRD respectivamente), de forma violenta, irracional, despiadada y sanguinaria; reprimiera indiscriminadamente a la población de San Salvador Atenco, cuya resistencia, ya estaba totalmente sometida.
Los cateos sin orden judicial expresa, emitida por juez competente, la toma de prisioneros golpeados una y otra vez por las fuerzas del orden, la detención de mujeres, ancianos y menores de edad, la violación de mujeres como si fuesen botín de guerra, la tortura física y psicológica de detenidos y familiares, el desconocimiento de los abogados defensores por parte de la autoridad, la incomunicación de los detenidos por más de 72 horas, el hacinamiento en las celdas, los castigos y las amenazas constantes dentro de ellas, la nula atención médica y psicológica a los lesionados y violadas con personal idóneo al caso, pues así lo ameritaba, las presiones y hostigamientos del ministerio público para que firmaran su confesión los detenidos atenquences, sin asistencia y presencia de un abogado defensor de su confianza, la desaparición de detenidos -pues sus familiares no los encontraban ni en hospitales, ni en el ministerio público, ni en las cárceles-; el ocultamiento de expedientes, la fabricación de delitos, el contubernio entre el poder ejecutivo, legislativo y judicial para burocratizar la pronta impartición de justicia; la violación a las garantías constitucionales más elementales y la violación a los derechos humanos, son todos agravantes para poder enjuiciar a los gobernantes, autoridades civiles y militares, así como policías federales, estatales y municipales que participaron en el ilícito.
Sin embargo, nos encontramos ante una sociedad civil mexicana sumamente débil y fácilmente manipulable por la opinión pública y los medios de comunicación masivos. Es mentira que se tratara de una venganza de Estado, por no haberse construido el aeropuerto en los terrenos de San Salvador Atenco. La ensangrentada administración foxista, dio marcha atrás al proyecto del aeropuerto internacional cuando se convenció (a través de su alfil Mariano Azuela), que el Poder Judicial iba a echar abajo la falacia de la utilidad pública que justificaba el decreto expropiatorio de las tierras defendidas valientemente por el FPDT, que no cedió ante las amenazas de la autoridad federal. La pifia fue del propio gobierno por su inexperiencia para fundamentar el decreto, su ambición desmedida lo llevó al fracaso, ya que todas las inversiones estaban amarradas, al igual que recientemente lo hizo con la “Ley Televisa-Azteca”, cuyos empresarios, con la experiencia acumulada de varios años, trabajaron subterraneamente y en lo “obscurito”, para llevar a cabo sus propósitos.
Luego la experiencia exitosa del FPDT se estrecharon los lazos con el EZLN y con los Adherentes a la Sexta Declaración, que inició su recorrido por todo el país el primero de enero de 2006, por lo que el gobierno consideró este movimiento como amenaza real que había que eliminar debido fundamentalmente a la solidaridad que el FPDT manifestó a favor de movimientos como el de los damnificados por el ciclón Stan en Oaxaca y Chiapas, así como con los campesinos que se resisten a la construcción de la Presa Parota en Guerrero, donde se afecta al río Papagayo, que es fuente fundamental de recurso de agua para muchas comunidades de la zona, y con los comuneros de Tetela del Monte y la zona residencial donde se ubica la Barranca de los Sauces, en Cuernavaca Morelos. Los actos violentos de la autoridad contra los campesinos de Atenco demuestran que el derecho penal y la política criminal que lo sustenta se orientan fundamentalmente al control social de los movimientos de resistencia.
Si bien es cierto como argumentan los juristas que “el Estado a través del poder judicial y el ministerio público tiene el monopolio de la coacción”. Esta actividad del Estado tiene sus principios constitucionales, normas y límites. Sin embargo, existen grandes vacíos que hacen que se genere impunidad, porque la sociedad desconoce como ejercer un control civil sobre la actividad, ejercicio y rendición de cuentas[4] de los funcionarios públicos, y sus actuaciones como ejecutores de la actividad punitiva y coactiva del Estado. Tal parece que quienes se encuentran como funcionarios públicos, constituye una gran mafia que tiene redes criminales en cada uno de los intersticios más obscuros del poder del Estado.
En primer lugar la autoridad punitiva, ministerio público (MP), por ejemplo, debe actuar bajo el marco de la ley, previa motivación del órgano jurisdiccional competente, es decir la orden de un juez. En el caso de Atenco, el MP debió actuar con anterioridad a los hechos y no después, como todos pudimos constatar a través de los medios, que el MP llegó al tercer día, a hacer una observación y recabar datos para sus actuaciones para conformar el tipo penal[5] . El MP debió coordinar las detenciones y cateos que hicieron las fuerzas del “orden”, puesto que éstas están bajo su responsabilidad, ya que la policía judicial, que es la única constitucionalmente reconocida se erige como auxiliar del MP. Esto significa que la Policía Federal Preventiva es inconstitucional, primero porque la Constitución sólo reconoce a la Policía Judicial Federal (llamada también ministerial), que por caprichos de gobierno foxista, a través de su titular, en aquél entonces, el general Macedo de la Concha, le llamaron “Agencia Federal de Investigaciones” (AFI).
Las autoridades creen que es necesaria una policía preventiva, es decir que su función sea la de prevenir el delito antes de que se cometa, esta idea se ubica dentro de la corriente de la “defensa social”; la cual es eso, una idea medio sistematizada que sentó un precedente, pero que no tiene ningún fundamento ni empírico ni constitucional. Si la Policía Federal Preventiva cumpliera con la finalidad de prevenir el delito, entonces debió haber actuado antes de que se consumaran los hechos y no después de consumados; además las autoridades justifican la intervención de esa fuerza con entrenamiento paramilitar y con mandos militares[6], por un “supuesto apoyo” a las fuerzas policiales y granaderos, tanto estatales como municipales.
La PFP debería haber coadyuvado tanto al MP federal como a la Policía Judicial Federal (AFI), su labor era el desbloqueo de las vías generales de comunicación entonces, ¿por qué no intervino en ese momento y por el contrario, dejo que intervinieran otras instancias policiales del Estado y el Ayuntamiento? Todo eso es muy tenebroso porque en realidad todas esas fuerzas actuaron bajo un mando único y federal. Curiosamente cuando intervino la PFP, las vías de comunicación habían sido ya desbloqueadas.
De igual manera la policía judicial del Estado de México es un órgano auxiliar del ministerio público[7], al igual que los cuerpos de seguridad estatal y municipal (artículo 21 de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México Fracción II).
Todas estas fuerzas debieron cumplir la ley con base a los siguientes requisitos formales:
1.- Con moderación, esto significa que al ser una fuerza superior (armada y entrenada profesionalmente) debieron acatar los principios mínimos de respeto a las garantías individuales y derechos humanos de las personas, cuando fueron allanados sus hogares y aprehendidos[8].
2.- Reducir al mínimo los daños y las lesiones esto significa que si la orden era la localización de dirigentes, que después los calificaron de “delincuentes de alta peligrosidad”, armas o pertrechos se debió actuar respetando las pertenencias y objetos de valor de las personas y familias. Sin embargo ocurrió todo lo contrario, hubo destrozo de viviendas y saqueo, como en la guerra contra Irak. A los detenidos no se les reconoció ningún derecho, por el contrario fueron molidos a golpes, además de que fueron amagados con retrocargas calibre 12 y pistolas calibre .38 especial y 9 milímetros, durante todo el trayecto, desde su detención fueron torturados y las mujeres fueron violadas, ya en la cárcel siguió la tortura psicológica y la incomunicación total por más tiempo del permitido por la ley[9], periodistas, cineastas que documentaban los hechos y estudiantes extranjeros fueron golpeados, violadas y deportados, sin cumplir con los requisitos de la ley de migración y sin el menor respeto de sus derechos constitucionales.
3.- Todos los incidentes de uso de la fuerza deben ser reportados a través de la “cadena de mandos”, así por ejemplo, si se decomisan armas, estas a través de la cadena de mando, deben llegar hasta el juez competente para que se acredite como prueba del ilícito. El detalle de todas y cada una de las acciones deben ser reportadas por escrito, por todos y cada uno de los policías que intervinieron en las detenciones, una vez que se termina el operativo, sin embargo no hay ninguna constancia de que esto se hizo, pues ante la opinión pública, tanto nacional como internacional desfavorable al gobierno -porque demandan el esclarecimiento de los hechos-, no se cuentan con elementos para saber quiénes son los responsables de los abusos y violaciones cometidos por las fuerzas del orden, y ahora se encuentran en una situación sin retorno. No pueden dar marcha atrás ya que existe suficiente evidencia documentada y televisiva de los enormes abusos cometidos. Aunque para las autoridades eso no constituye “prueba plena”, para los que fueron violados sus derechos y para los que fuimos testigos presénciales de los hechos, si existe una responsabilidad penal de las autoridades (federales, estatales y municipales), de los mandos altos medios y bajos de las distintas corporaciones policíacas (incluidos los militares y comisionados), así como de los propios policías que intervinieron en la operación.
5.- La “cadena de mando”, permite fincar responsabilidad penal a los superiores y a quienes están bajo su mando, o bien deslindarlos de las mismas, ya que la autoridad correspondiente es responsable del hacer o no hacer, es decir, se le pueden fincar responsabilidades penales por omisión, ya que sólo está facultada a hacer lo que la ley le permite y si fue omiso en el cumplimiento de la ley entonces es responsable juridicamente. Esta responsabilidad permite también adoptar medidas concretas para corregir los errores y castigar a los responsables, que es lo que la sociedad mexicana reclama, pero sobre todo las víctimas y terceros perjudicados, es absolutamente necesario que se repare el daño causado a los detenidos injustificadamente, a los heridos y a los deudos.
6.- Quién cometió abuso de fuerza no puede alegar a su favor “obediencia de órdenes superiores”, ni tampoco “obediencia debida”[10]. Todos son responsables o se hacen cómplices, si ocultan los hechos que se les imputan, quien tiene un puesto o rango superior es corresponsable mayor del ilícito cometido, equiparable al de “autor intelectual”, por tener el mando y sobre todo por permitir el abuso de los cuerpos de policía bajo su mando. En estos casos, la carga de la prueba no es de la víctima, el organismo responsable de la investigación debe allegarse de las pruebas, pues para eso tiene la facultad de atracción e investigación, ya que las víctimas sufren de estrés postraumático. ¿Cómo es posible que se alegue falta revidencias y pruebas, cuando el Código Penal del Estado de México señala que la violación se persigue de oficio?
7.- La utilización de armas de fuego para la policía esta restringido a casos de peligro inminente, muerte o lesiones graves; para evitar la comisión de un delito mayor que implique el peligro a la vida, o para detener a una persona donde existe peligro inminente de atentar contra la vida; o provocar lesiones graves debido a que el sujeto se resista a la detención. Esto significa que en cada allanamiento de morada de los pobladores de Atenco, la policía actuó sin observar esta máxima del uso de las armas de fuego ni del uso de la fuerza.
8.- El agente debe identificarse plenamente como tal, presentar la orden judicial expresa, que señala lo que se va hacer y advertir claramente la intención del uso del arma de fuego, con tiempo suficiente para que la persona o personas tengan en cuenta la advertencia, salvo que de darse ésta, se ponga en peligro la vida del agente o resulte evidentemente inadecuada o inútil dadas las circunstancias. En el caso de Atenco, no se puede argumentar el uso del arma de fuego en los cateos, “debido a que se estaba en presencia de un grupo armado con machetes, o violento”; “que la detención se hizo en flagrancia” o que “hubo resistencia”; porque los hechos de violencia policial fueron el 4 de mayo día en que se hicieron las detenciones, y no el 3 de mayo cuando se dieron los enfrentamientos entre las fuerzas del orden y los campesinos de Atenco.
Es decir actuaron en un tiempo totalmente desfasado a las circunstancias que requería el caso, ya que ni siquiera tenían identificados a la totalidad de lo dirigentes, por eso allanaron casas indiscriminadamente, de acuerdo con un las señas que les dio un informante priísta que se presto a la delación. Puede decirse entonces que no sólo fue desaseada la operación, sino un total fracaso, puesto que no se cumplieron los objetivos políticos que se perseguían: desmantelar al FPDT y encarcelar a sus dirigentes. Sólo dos de ellos están en la Cárcel de Máxima Seguridad de la Palma, los demás y principales se encuentran libres y reorganizados.
9.- Después del uso del arma de fuego debe darse atención a los heridos, notificar a sus familiares y realizarse un informe completo y detallado del incidente[11]. En el caso de Atenco, además de la gran cantidad de lesionados con objetos contundentes, hubo un muerto por arma de fuego calibre .38 espacial de uso exclusivo de la política del Estado de México. Hasta 15 días después no se sabe quién de la corporación realizo el disparo, cuando que organismos de Derechos Humanos documentaron ante la instancia jurídica correspondiente, que el responsable era un policía de los que intervinieron en los hechos. Hay un total encubrimiento vandálico entre las fuerzas del orden y los mandos. Otro herido de gravedad, fue alcanzado por un proyectil -de lanza granadas de gas-, en la cabeza, ocasionándole convulsiones, pérdida de sangre en abundancia que ponía en riesgo su vida[12]. El Dr. Guillermo Selvas, de la Caravana de la Otra Campaña, que llegó a Atenco por la noche del día tres de mayo, trató de auxiliar al joven herido, pero era imposible, así que decidió que su traslado era necesario para atenderlo en un hospital, al salir para conseguir una ambulancia y trasladar al joven herido de gravedad, el Dr Selvas fue detenido y brutalmente golpeado por las fuerzas del supuesto “orden”. Esto originó que el herido, estudiante universitario de la Facultad de Economía y de Ciencias, estuviera sin atención médica oportuna durante más de 12 horas. Y que el auxilio humanitario que prestaba el Dr. Selvas fuera impedido por los policías. Ahora resulta que para el Ministerio Público y el juez que conoce de la causa, el Dr Selvas es un delincuente, calificado de “alta peligrosidad”, por lo que no alcanzó fianza y se le ha negado su libertad, siendo que en ningún momento intervino en los hechos delictivos que se le atribuyen, en igual situación se encuentra su hija , Mariana Selvas, quien además de ser salvajemente golpeada fue ultrajada por los cuerpos policíacos, su único delito es haber estado ahí, querer ayudar a curar heridos y salvar vidas.
Al ser entrevistado el general Luis Garfias Magaña sobre los acontecimientos de Atenco, señala que “hubo una actitud violenta derivada por una actitud (sic) ilegal, esa gente reacciona y moviliza a otra contra esa disposición, es una rebelión, como sucede a cada rato en Israel con los palestinos, eso es lo que se está generando, una rebelión. Yo diría que falta la aplicación de principios de gobernabilidad, son indicios de ingobernabilidad”. “Argumenta que para que no haya represión no debe haber provocación” Luis Garfías Mgaña es general retirado, estudió en FortLeveanworth, Kansas[13].
Quisiera dar un espacio especial a esta cita para remarcar el concepto de rebelión utilizado por el “destacado” general Garfias, porque la Doctrina de Seguridad Neoliberal considera la rebelión como un delito del orden común, lo cual es totalmente falso desde el punto de vista de la tradición jurídica y constitucionalista. Para los clásicos del derecho penal hay una diferencia entre los “delitos comunes” que tienen un fin egoísta, de beneficio personal o de lucro y que atentan contra la vida y la propiedad privada, de los delitos calificados como “políticos”, los cuales se cometen por ideales altruistas en beneficio de los más, de los pobres o de los sectores más vulnerables. Para los delitos políticos, se utilizó el concepto de rebelión, esto es cuando las personas se alzan en armas contra el gobierno o las instituciones que consideran opresoras del pueblo, por lo que su finalidad es cambiar el sistema por otro más justo. En virtud de ese ánimo motivador fue que los clásicos del derecho previnieron que todos los delitos comunes que se cometieran para alcanzar un fin político, deberían quedar subsumidos dentro del concepto de rebelión (SÁNCHEZ, Augusto; 2000, 99). Si nos apegamos a este criterio jurídico de la tradición clásica y del constituyente de 1917, entonces, todos los detenidos por los hechos de Atenco, son presos políticos, luego entonces el actual gobierno no puede negar ante ningún organismo, sea nacional o internacional, su responsabilidad jurídica frente a la persecución política desatada por el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) y los presos políticos que están detenidos en Atenco, así como los presos políticos que se encuentran en distintas cárceles de país.
¿Pero qué pasa, cuál es el sustento para negar esta responsabilidad de Estado? Tanto el general Grafías, como Vicente Fox y el Estado Mayor presidencial y el mismo Gobernador Peña Nieto, así como los generales y almirantes que dirigieron la operación contra la rebelión del pueblo de Atenco, se rigen por la Convención de Naciones Unidas contra el Tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias psicotrópicas, celebrado en Viena, Austria el 20 de diciembre de 1988, que viene a jugar el papel legitimador de la nueva doctrina de “seguridad nacional” para el siglo XXI (SÁNCHEZ, Augusto, 2000; 100 y ss), que encaja perfectamente en el modelo neoliberal.
De acuerdo con los estatutos de la Convención de Viena, los países firmantes –como es el caso de México-, pierden toda su soberanía jurídica, no sólo en lo relacionado con delitos de narcotráfico, sino sobre cualquier otro tipo de delitos organizados, aunque tengan carácter político, dado que la Convención prohíbe que un delito se le de carácter político.
Por lo tanto, a Ignacio del Valle líder del FPDT se le acusa no de rebelión, sino de despojo de vehículos oficiales, secuestro, ocupación de inmuebles públicos, robo con violencia, ataques a las vías generales de comunicación, robo de equipo de video, privación ilegal de la libertad, secuestro de funcionarios y de autobuses. Sin embargo, para el general Garfías, para el CISEN y el almirante Wilfredo Robledo, “Del Valle ha utilizado las mesas de diálogo que encabeza la subsecretaría de Gobierno del Estado de México no para acordar sino para confrontarse con el gobierno como estrategia política”[14]. Como puede observarse hay un doble discurso, el de “seguridad nacional” que lo vincula directamente con el Subcomandante Insurgente Marcos, delegado cero en la Otra Campaña y con la rebelión; y por otra parte, el trato de “delincuencia organizada” que le niega su status jurídico de perseguido político, por lo tanto, este argumento sirve de “justificante” para negar reiteradamente los derechos constitucionales y humanos.
La referida Convención de Viena invierte la racionalidad jurídica de la modernidad negando los principios del derecho internacional y los principios generales del derecho, de acuerdo con Augusto Sánchez (2000, 100 y ss).
a) En materia de incriminación. Basta la sola presunción para fincarle responsabilidad penal al sujeto (artículo 3, párrafos 3 y 4).
b) En materia de analogía se admite para agravar los delitos, cuando el sujeto inculpado se le conozcan “declaraciones de culpabilidad anteriores”, por delitos análogos a los que se le incriminan, ya sea por tribunales extranjeros o del propio país (artículo 3 párrafo 5, ordinal h).
c) En materia de discrecionalidad, se alienta a las partes firmantes para que todas las normas que permitan “absoluta discrecionalidad” en las autoridades, conforme al derecho interno, se ejerza con la máxima eficacia par el enjuiciamiento de los detenidos (artículo 3 fracción 6).
d) En materia de beneficios penitenciarios, se recomienda que dada la gravedad de los delitos enumerados en le párrafo 1 del artículo 3, los tribunales y las autoridades deben demorar los beneficios de libertad anticipada o de la libertad condicional (artículo 3, fracción 7).
e) En materia de prescripción, se exhorta a las partes para que prolonguen los plazos para evitar que prescriban los delitos y las penas (artículo 3, fracción 8).
f) En materia de delitos políticos o fiscales, se establece que los delitos definidos por la Convención no se les considera como fiscales, esto para que los capitales y los bienes involucrados se repartan entre los diversos países y no queden como patrimonio fiscal de uno solo. Se estipula además, que a los sujetos imputados no se les reconocerá el carácter de delincuentes políticos, si lo fueran, y tampoco se podrá argumentar que sus acciones están políticamente motivadas (artículo 10 fracción 10)
g) En materia de pruebas, rompiendo la racionalidad jurídica se “invierte la carga de la prueba”, de manera que el Ministerio Publico ya no tiene que probar que la persona ha cometido un delito, ahora se le impone a la persona “sospechosa”, la obligación de probar y acreditar con documentos oficiales o privados su inocencia, por ejemplo, en materia de bienes debe probar que no sabía la procedencia ilícita de los mismos. Así que si el ciudadano posee bienes, pero no lo puede probar, siempre será sujeto susceptible de ser incriminado como delincuente, quedando ante la norma y las autoridades, en total estado de indefensión (artículo 3 fracción 1, ordinal b), Lo mismo está sucediendo con la mujeres violadas de Atenco, son ellas las que tienen que aportar las pruebas “contundentes, convenientes y oportunas” para acreditar su violación de lo contrario no hay delito que perseguir. Ese es el criterio cínico de la autoridad.
h) En materia de competencia, los países firmantes e obligan a declararse competentes de los delitos que define la convención comprometiéndose a conceder la extradición[15] cuando sean requeridos, y si la parte requerida no lo extradita, deberá juzgar al sujeto de acuerdo a sus leyes, que serán las establecidas en la Convención (artículo 4 fracción 2).
i) En materia de extradición, si no existe tratado entre las partes, la Convención se erige como fundamento jurídico (supranacional), para proceder a la misma, simplificándose los “requisitos probatorios”, con lo cual se abre la posibilidad de abuso. Igual ocurre con la detención de personas en “casos de urgencia” en el país requerido, sólo porque así lo solicita el país requirente (artículo 6 párrafos 5, 6 y 8).
j) En materia de eficacia extraterritorial de sentencias extranjeras, si el país requerido niega la extradición, el país requirente puede también juzgar en ausencia a la persona no extraditada y solicitar al estado requerido, que ejecute en su territorio la sentencia extranjera emitida por el estado requirente (artículo 6 párrafos 9 y 10)
k) En materia de testigos, las partes podrán detenerlos y mandarlos de un país a otro, y de la misma forma se procederá si ya están privados de su libertad, con el fin de integrar investigaciones, o intervenir en actuaciones procesales de cualquier tipo (artículo 7 fracción 4).
l) En materia de secretos bancarios, los países firmantes no podrán oponerlos ni negarlos, en ninguna investigación (artículo 7 fracción 5).
m) En materia de decomisos, que se presentan como factor dominante de la Convención, se muestra el ánimo acaparador de los grupos de poder de los países firmantes, de manera que el decomiso de los dineros y bienes derivados directa o indirectamente del narcotráfico o de los denominados delitos organizados, aparece como botín fundamental para los gobiernos involucrados. Con ello, se deja ver el temor de los gobernantes ante la posibilidad de que “otros” ajenos a ellos, lleguen a tener la capacidad económica y militar, que pueda competirles en los grandes negocios o en el poder político.
n) En materia de incitación oficial al delito, la Convención introduce la figura de agente provocador, para realizar “entregas vigiladas”. Con eso se favorece y se legitima a los grupos de policías infiltrados en las mafias, en l organizaciones políticas - sindicales, en los movimientos sociales, en los grupos guerrilleros, entre los estudiantes, campesinos e indígenas. Los agentes provocadores frecuentemente fungen como grupos de choque, provocando al interior de esas organizaciones de personas, delitos que sirvan para motivar la acción directa de los aparatos de represión. Dándole carácter jurídico a la figura de “agente infiltrado y provocador”[16], con ello se está garantizando su impunidad respecto a los abusos, tropelías y delitos que cometa en el cumplimiento de la “alta y patriótica” misión encomendada, por las jerarquías superiores.
El articulado de la Convención de Viena es la negación de la cultura jurídica moderna de occidente, ya que sus normas son espurias e inauguran una etapa de retroceso que Augusto Sánchez (2000, 103) denomina posmodernidad jurídica cínica y que he denominado”la fascinación estética del discurso del orden”, ya que es la propia Organización de las naciones Unidas las que abanderan desde la propia estructura vertical del poder el desmonte de las garantías y de los derechos ya adquiridos por las personas y que están reconocidas por los tratados y pactos internacionales, dejándolas inermes, frente al poder de los gobiernos más poderosos, principalmente los Estados Unidos que se ha autodenominado los “superpolicías del mundo”, que hace que sus intereses supranacionales se impongan sobre los países dominados, dócilmente sometidos.
En efecto solamente en el año de 1997, cuando el conflicto en Chiapas estaba más fuerte y se había tendido un cerco militar criminal contra las comunidades indígenas, se estaban capacitando 102 militares del ejército mexicano en la especialidad de “inteligencia militar”, en la Escuela de la Américas del Ejército estadounidense, localizada en Fort Benning, Georgia, en los Estados Unidos. Es decir estaban recibiendo entrenamiento en la mayor escuela de criminales. En operaciones sicológicas se estaban capacitando en ese año 29 militares; en adiestramiento 163, en administración docente 32 y en adiestramiento especial 56, en operaciones de comando 30, en operaciones cívico militares 20, en operaciones antidroga solamente 70 y en distintas ramas 102, lo que da un total de 623 elementos[17] entrenándose para operaciones de contrainsurgencia, genocidio, tortura y arrasamiento de aldeas.
Todo les falló a los especialistas del CISEN[18] que provocaron los hechos de Atenco, presuponemos que un incidente menor no tenía porque salirse del control. Sin embargo la utilización de provocadores y espías del CISEN llevó hasta el límite la tensa situación. Si el objetivo era desmantelar la organización del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y poner en la cárcel a sus dirigentes. Este objetivo no se cumplió:
Primero, porque cuando los floristas fueron desalojados por la fuerza pública se convocó a la población de Atenco para repeler la agresión policíaca concertada y planeada con anterioridad. Los atenquences lo hicieron con tal eficacia que los cuerpos policíacos derrotados, tuvieron que huir en desbandada. Dejando a merced de los amotinados: policías que fueron aislados en el palacio municipal, toletes, escudos y demás pertrechos de la policía además de una gran mancha de sangre que sacudió nuevamente los cimientos del Palacio Nacional, como en los mejores tiempos de Gustavo Díaz Ordaz.
Segundo, porque para demostrar la “gran capacidad de los cuerpos policíacos” previo estudio de la zona por parte de generales, almirantes y comandantes que cercaron la localidad, se utilizó principalmente a la PFP acompañada de la policía estatal subordinada a los mandos federales. Los oficiales del orden a sabiendas que estaban siendo filmados y que la nación entera estaba al pendiente de lo que pasaba en San Salvador Atenco, actuaron con brutalidad desmedida a muy temprana hora del día 4 de mayo, ante una población que estaba ya rendida.
Tercero porque el operativo saltó del plano del control delictivo al plano del control social de los movimientos de resistencia y del plano del operativo policiaco al plano político, aunque reiteradamente se llamó a través de los medios masivos a “despolitizar los hechos” y a verlo como un asunto “local” y dentro de un contexto “muy limitado”, que niega no sólo la violación de los derechos humanos, sino principalmente la función política del CISEN y su objetivo principal señalado anteriormente.
Cuarto porque el operativo rebasó las posibilidades de respuesta política de las autoridades locales, estatales y federales, se volvió complejo incluso para los propios militares no acostumbrados a ser sometidos a las preguntas insistentes de los periodistas. Todos trataron, sin lograrlo, esquivar no sólo su responsabilidad y participación en los hechos, sino los micrófonos y las cámaras, enrareciendo de manera alarmante el ambiente electoral.
Quinto porque el CISEN, siguiendo el esquema antijurídico de la Convención de Viena se siente no obligado a reconocer la rebelión. En tanto que el gobierno del Estado de México también se siente no obligado a reconocer los hechos como motín, tipificado por el Código Penal Federal, por lo que su negativa, es anticonstitucional y pone en evidencia la existencia de presos políticos, demanda que ha sido reiterada por todas las organizaciones civiles y políticas que apoyan la Otra Campaña a nivel nacional e internacional, lo que hace legitima su lucha por el respeto de las garantías individuales, los derechos humanos, libertad a los presos políticos y castigo a los responsables intelectuales y materiales de la violación contra las mujeres detenidas, deportadas y deportados, así como la reparación del daño a las víctimas de la violencia del Estado.
Y sexto porque los principales líderes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, aunque perseguidos políticos, han tenido la capacidad de reorganizarse y de salir adelante a pesar de la acometida brutal de gobierno. Por todas estas razones considero que el FPDT, ha ganado nuevamente una batalla más al gobierno criminal de Vicente Fox Quezada.

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Artículo publicado también en:
BUENAS COMPAÑIAS
http://www.poderautonomo.com.ar/buenas%20companias.htm

[1]Sociólogo, abogado, Maestro en Política Criminal, Catedrático de Tiempo completo del Instituto Politécnico Nacional, miembro del Colectivo Los Ángeles, y miembro de INDAL, así como del Frente de Abogados Democráticos. Estudiante del Doctorado en Pensamiento y Cultura de América Latina de la UACM.
[2]En Colombia Fernández Carrasquilla (1994, 42‑43) considera apropiada la relación política criminal‑ derecho penal planteada por el autor español: “Hoy pues debe plantearse, al contrario de Liszt que la relación entre derecho penal y política criminal: es ésta última, con sus grandes y fundamentales principios personalistas y democráticos, que han obtenido positivización abierta y programática en las Constituciones y en los tratados públicos de derechos humanos, la que ha de funcionar como “barrera infranqueable” al poder punitivo del Estado que se cristaliza en las normas del derecho penal”.
[3][3] MARTÍNEZ VELOZ, Jaime. El mito del estado de derecho. La Jornada. 12 de mayo de 2006. p. 27
[4][4] Aquí no sólo nos referimos a la Ley Federal de Transparencia, que señala que la información de los registros públicos no puede ser confidencial, sino además a la observancia de las autoridades de lo que estrictamente les confiere la Constitución, para el ejercicio público de sus funciones. En el caso de la Ley federal de Transparencia, el ejecutivo federal, es decir, Vicente Fox, al verse afectado directamente por sus hijos entenados, es decir los hijos de la Sra Sahagún, presentó una iniciativa de reforma al artículo seis constitucional, que de aprobarse en las cámaras, limitaría la obtención de pruebas para la rendición de cuentas de los funcionarios públicos, es decir limitaría los trabajos que viene realizando el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI), ya que este organismo está obligado a privilegiar la máxima publicidad y accesibilidad a los documentos oficiales.
[5][5] De acuerdo con el artículo 5 de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, el Ministerio Público debió: IV. Ordenar la detención y, en su caso, retener a los probables responsables de la comisión de delitos, en los términos establecidos por el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; V. Poner a disposición de la autoridad judicial, a las personas detenidas y aprehendidas, dentro de los plazos establecidos por la ley; y IX. Solicitar al órgano jurisdiccional, las órdenes de cateo, las medidas precautorias de arraigo, el aseguramiento o embargo precautorio de bienes, que resulten imprescindibles para los fines de la averiguación previa, así como, en su caso y oportunidad, para el debido cumplimiento de la sentencia que se dicte.
[6] El general de división Carmelo Terán Montero, con estudios de inteligencia militar en la Escuela de las Américas, cuando su sede estaba en el Canal de Panamá. En las instalaciones del Comando Sur del ejército de los Estados Unidos, asegura que en Atenco más que ingobernabilidad se “registró un punto de quiebre de un problema que venía de mucho tiempo atrás”. Asegura que “el vacío de autoridad no existe, pero para allá vamos si no se resuelven los problemas con diálogo, con recopilar y analizar la información para utilizarla adecuadamente”. Señaló que en Atenco “el ejército tuvo que intervenir por medio de la Policía Federal Preventiva para tratar de restablecer el orden”. El general Terán se retiró en el año de 2002 del ejército, estuvo asignado a la sección segunda de inteligencia militar del Estado Mayor de la defensa donde laboró a mediados de los 70. La Revista. 8 de mayo del 2006 No. 115. México DF. Pp. 14 a 16.
[7]Son facultades del Ministerio Público de acuerdo con el artículo 20 fracción V, de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México: “Ejercer el mando directo o inmediato de la Policía Ministerial”.
[8]Violando el artículo 28 fracción VIII de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México: Observar en el desempeño de sus funciones, respeto absoluto a los derechos humanos. En general el Ministerio Público como responsable directo de las policías incurrió en los siguientes ilícitos, debido a que no observó las obligaciones genéricas que el artículo 72 que la citada le señalan: I Conducirse siempre con apego al orden jurídico y respeto a los derechos humanos; III. Cumplir sus funciones con absoluta imparcialidad, sin discriminar a persona alguna por su raza, religión, sexo, condición económica o social, preferencia sexual, ideología política o por algún otro motivo; IV. Abstenerse en todo momento y bajo cualquier circunstancia de infligir, tolerar o permitir actos de tortura u otros tratos o sanciones crueles, inhumanos o degradantes, independientemente de la razón que se aduzca para hacerlo; V. Observar un trato respetuoso con todas las personas, debiendo abstenerse de todo acto arbitrario; VI. Desempeñar su función sin solicitar ni aceptar compensaciones y pagos distintos a las previstas legalmente. En particular se opondrán a cualquier acto de corrupción; VII. Abstenerse de ordenar o realizar la detención o retención de persona alguna, sin cumplir con los requisitos previstos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en los ordenamientos legales aplicables; VIII. Velar por la vida e integridad física de las personas detenidas o puestas a su disposición;
[9]Artículo 5 Inciso d Obligaciones en el ejercicio de procuración de justicia fracción VII. Vigilar el respeto a los derechos humanos en el ámbito de la procuración de justicia, de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México.
[10]Los actos más criminales, lo peor, cabe dentro del concepto de “obediencia debida”, como son los delitos de tortura, detención ilegal, desaparición forzada, utilización de cárceles clandestinas. Esa es la connotación real de dicho concepto, que se esgrime como justificante de atrocidades: como el suplicio de agua (submarino) que consiste en la inmersión de la cabeza del prisionero dentro del WC sucio de excrementos y orina; toque eléctricos en testículos, vagina, ano, pies, brazos, nariz y parte interna de los párpados, así como en el ombligo; golpes en oídos, estómago -hasta el entallamiento de viseras-, genitales -de hombres y mujeres- y plantas de los pies, tortura de niños delante de sus padres; privación de alimentos, agua y medicina que requieren los prisioneros, ejecuciones simuladas; celdas de castigo para mantener totalmente incomunicado y aislado al detenido; utilización de perros entrenados para violar a los detenidos o lastimarlos en sus genitales; arrancar uñas de manos y pies; introducción de insectos y objetos dentro de vagina y ano; violación tumultuaria o separada de mujeres y niñas; suspensión del prisionero de manos o de pies en el techo y balanceado violentamente a uno y otro lado, una y otra vez, para que se de golpes en la pared, etc.
[11]Los nueve puntos fueron elaborados y analizados a partir de la nota periodística de NORIEGA, Pilar: El monopolio de la coacción. La Jornada. Domingo 14 de mayo de 2006 p. 12.
[12] A quince días de que fue intervenido quirúrgicamente, Hollín Alexis Benhumea Hernández, estudiante de la Facultad de Economía de la UNAM sigue en estado crítico, sufrió una fractura craneoencefálica por impacto de un proyectil de gas lacrimógeno lanzado por elementos de la PFP o la Agencia de Seguridad Estatal (ASE).
[13]La Revista. 8 de mayo del 2006 No. 115. México DF. Pp. 14 a 16.
[14]Idem. Pp. 14 a 16.
[15]Tal es el caso de la extradición de los seis vascos presos en el reclusorio norte desde julio de 2003. En efecto, en abril pasado (2006) la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó negar la solicitud de amparo promovida por Felix Salustiano García; Juan Carlos Artola, Asunción Gorrotxategi, Ernesto Alberdi, José María Urquijo y Asier Arronategi contra su extradición solicitada por el gobierno español, en clara violación a los preceptos constitucionales de nuestro país. La Jornada, miércoles 17 de mayo de 2006. p. 18.
[16] En este punto hago referencia al programa de Denis Marker “Punto de Partida” del domingo 14 de mayo de 2006, cuando cuestionó al gobernador Peña Nieto sobre la violación cometida por las fuerzas policíacas a las mujeres de San Salvador Atenco. En ese programa hubo una entrevista a un dirigente campesino que aseguró que los hechos violentos fueron “provocados” y que Ignacio Del Valle fue “traicionado”. Dentro del marco del presente análisis esto es más que probable, posible, dada las facultades que tiene el CISEN y que está totalmente justificada por la Convención de Viena, del cual nuestro gobierno es firmante activo.
[17] Nuevo Amanecer Press-Europa. Investigación especial “Campus México”” de la escuela de asesinos cuarta parte: 1991-1997 el efecto ez. What is now proved was once, only imagin’d”. William Blake. The Marriage of Heaven and Hell. Este artículo puede consultarse en la página de Internet http.//spin.com.mx/_floresu/FZLN/archivo/soa/soa-4.htm del 23 de febrero de 2000.
[18]Ver columna del periodista Gustavo Iruegas: ¿Quíen falló? La Jornada. Viernes 12 de 2006. p. 26 y nota de la redacción, en la Jornada del día 17 de mayo de 2006, p 9.